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martes, 21 de noviembre de 2017

BLOQUE 4. ESPAÑA EN LA ÓRBITA FRANCESA: EL REFORMISMO DE LOS PRIMEROS BORBONES (1700-1788)

4.1.            La Guerra de Sucesión Española y el sistema de Utrecht. Los Pactos de Familia.


Con la muerte de Carlos II en 1700, sin herederos, se inicia una lucha por el trono de España, entre las dos casas reales más importantes de Europa, los Habsburgo y los Borbones.

La Guerra de sucesión (1702-1714).
Carlos había nombrado como sucesor a Felipe de Anjou, nieto de Luis XIV, al trono de España. Esto no es aceptado por el Archiduque Carlos II, hijo del Emperador de Austria. Felipe es nombrado rey de España con el nombre de Felipe V en las Cortes Castellanas en 1701, en cambio las Cortes Aragonesas, ante el temor de perder sus fueros, deciden apoyar al candidato austriaco, Carlos.
A nivel internacional, países como Gran Bretaña, Holanda, Portugal y Austria, ven en Felipe y en su unión con Francia, una posible amenaza para el equilibrio europeo. A tal efecto, se origina una guerra civil dentro de España y una guerra europea con dos frentes: Castilla y Francia (Felipe) con apoyos; y Carlos que cuenta con el apoyo de Aragón, Holanda, Gran Bretaña, Portugal y Austria.
La guerra se decide a nivel interior, a favor de Felipe, sobre todo tras la batalla de Almansa (1707) y a nivel internacional cuando en 1711, Carlos es nombrado emperador. Solo  en Cataluña y en Baleares la guerra siguió hasta 1715.

El Tratado de Utrecht
En el año 1713, se firma el tratado de Utrecht, en donde se ponen las bases de un equilibrio europeo entre grandes naciones. Francia, se convierte en la potencia terrestre de Europa, y Gran Bretaña, en la potencia marítima. Para España, se consigue que Felipe sea el rey, a cambio de su renuncia a ser futuro candidato al trono de Francia. España pierde ciertos territorios como Nápoles, Menorca y Gibraltar.

Los Pactos de Familia

El Tratado de Utrecht perjudicó territorialmente a España, impidió la unión de un lado y otro de los Pirineos, y limitó las ventajas comerciales de los franceses en América. Inglaterra salía ganando y la permitía controlar los mares, perjudicando el control del comercio español en América. Pero ni Francia ni España se conformaron con esta situación, que significaba de hecho, reconocer la hegemonía mundial de los británicos, y para evitarlo, las ramas de la dinastía borbónica firmaron tres acuerdos denominados Pactos de Familia:

Primer Pacto de Familia (1733). Firmado por Felipe V para recuperar la presencia del poder español en Italia, obsesión de la reina Isabel de Farnesio. Francia y España se enfrentaron a Austria. Tras la guerra, en 1738, Felipe V sí recuperaría Nápoles y Sicilia, donde entronizó como rey a su hijo el infante Carlos (el futuro Carlos III de España).

Segundo Pacto de Familia (1743). Luis XV de Francia apoyó las aspiraciones españolas en el Norte de Italia, aprovechando la Guerra de Sucesión Austríaca. Tras la muerte de Felipe V en 1746, el nuevo rey Fernando VI de España llevó a cabo una política de neutralidad activa entre Reino Unido y Reino de Francia. Fortaleció la flota para evitar verse arrastrado a la guerra y liquidó el segundo pacto de familia, lo que lo desligó de apoyar a Francia en sus guerras.

Tercer Pacto de Familia (1761). Este último acuerdo se firmó en el reinado de Carlos III para defender los intereses coloniales hispano-franceses en América, frente a las aspiraciones británicas. Tras unos inicios desastrosos que suponen la derrota en la Guerra de los 7 años (56-63), Francia y España apoyaron a los colonos norteamericanos en su lucha contra Inglaterra, que tuvo que reconocer la independencia de los Estados Unidos y devolver Menorca y Florida a España en la Paz de Versalles de 1783.


Pese a los éxitos, las guerras mermaron enormemente la capacidad de crecimiento de la economía española. Además, España adquirirá compromisos que serán desastrosos en el comienzo de la Edad Contemporánea.


4.2.            La nueva Monarquía Borbónica. Los Decretos de Nueva Planta. Modelo de Estado y alcance de las reformas. 

La política borbónica estuvo marcada por la idea de reforzar el poder de la monarquía mediante una política centralista, así la autonomía y los fueros de algunos territorios, son suprimidos salvo en los territorios navarros y vascos que habían apoyado la causa borbónica.

Los Decretos de Nueva Planta.

El centralismo y el uniformismo administrativo comienzan con la firma de los Decretos de Nueva Planta que son un conjunto de disposiciones y normativas que se hacen en la Corona de Aragón para centralizar el poder real y castigar así a las Cortes aragonesas por su apoyo al candidato Carlos. Se trata de una castellanización de las normas jurídicas de la corona de Aragón, que acaba con sus fueros y con sus antiguos privilegios, en un intento de crear una administración más centralizada y uniforme que facilitase el poder del rey y limitase los poderes de autogobierno de la corona de Aragón.
 Se firmaron en 1707 unos decretos para Aragón y Valencia, en 1715 para  Mallorca y en 1716 para Cataluña en donde se suprimían los fueros y se imponía el modelo castellano. Con estos decretos se pone fin al proyecto pluriterritorial de los Austrias y nace un modelo centralizado a imagen y semejanza al modelo francés.

Modelo de Estado y Alcance de las Reformas.

Los borbones cuando llegan al trono de España, pretenden recuperar el antiguo esplendor y grandeza del imperio. Lo hacen mediante una serie de reformas que se inspiran en estos modelos centralistas y uniformistas de la vecina Francia, con el fin de potenciar el poder de la monarquía y racionalizar la administración.
 Las reformas más importantes fueron:
1.      -Se crea un nuevo sistema político, basado en la monarquía absoluta (el rey tiene todos los poderes y es nombrado por Dios). Utilizaron el regalismo, es decir la superioridad del poder temporal de los reyes sobre el poder espiritual de la Iglesia.

2.      -Medidas de racionalización administrativa: Creación de 5 ministerios nombrados por el rey en los principales asuntos del Estado, como Justicia, Hacienda, Guerra-Marina y por ultimo de Indias.
3.      -Creación de dos consejos que centralizan el poder, el Consejo de Estado y el Consejo de Castilla.
4.      -Creación de 12 capitanías administrativas que serán administradas por delegados del poder central.
5.      -Reformas sociales y económicas: Los Borbones utilizan la Ilustración y a los ilustrados para desarrollar una serie de reformas que mejoren la vida de los ciudadanos y la economía del país. Se desarrollan obras públicas, donde se pretende mejorar la economía y el nivel de vida. Se combate la ignorancia y se fomenta la educación. Se reformó la Hacienda y se potenció y modernizó la Marina. En este sentido, se intentó impulsar un mayor control de América. En el plano cultural destacaron las Sociedades Económicas de Amigos del País, que eran asociaciones de Ilustrados y pensadores que discutían soluciones para España.


4.3.            La España del siglo XVIII. Expansión y transformaciones económicas: agricultura, industria y comercio con América. Causas del despegue económico de Cataluña.

Expansión y transformaciones económicas: agricultura, industria y comercio con América

La economía estaba limitada por la falta de competencia, la propiedad de la tierra estaba amortizada (en manos muertas, la Iglesia, el Estado y la nobleza) y una oposición al cambio. Esto provocó, que pese a las reformas impulsadas por la ilustración, el avance no fuera nunca el deseado.

La agricultura, tenía en el régimen de propiedad (tierras amortizadas) su obstáculo. Con Carlos III, se tomaron medidas: arrendamientos municipales, colonización de tierras, pero no acometió la Ley Agraria de Jovellanos que proponía una desamortización (puesta en venta tierras de la Iglesia en desuso.

La industria se incentivó por: el aumento población, demanda de productos y aumento de rentas de nobles y eclesiásticos, y nueva política comercial con América. El principal obstáculo era el sistema gremial. Los reyes potenciaron la industria con: el proteccionismo, manufacturas reales (reales fábricas, como la de tapices) y el fomento de la construcción naval.

El comercio llegaron las ideas ilustradas (Sociedades Económicas de Amigos del País). El comercio interior inició una política proteccionista, y se creó el Banco de San Carlos precedente del futuro banco de España. La política comercial con América se reforzó; se adoptaron medidas: nuevas compañías comerciales (Compañía Guipuzcoana de Caracas), introducción de navíos de registro y se promulgó el Reglamento de Libre Comercio (1788), en donde se rompió el monopolio de la Casa de Contratación de Cádiz, favoreciendo el comercio americano con otras ciudades españolas.

El despegue económico de Cataluña

Con los Decretos de Nueva Planta (Aragón y Valencia en 1707, Cataluña en 1716), se produjo la abolición de las instituciones y libertades civiles catalanas, se extendieron a los diversos territorios de la Corona de Aragón buena parte de las instituciones castellanas. Sin embargo, el derecho civil catalán y aragonés fue respetado por el monarca. Todos los territorios de la Corona de Aragón pasaban a tener una nueva estructura territorial y administrativa a imagen de la de Castilla (excepto en el Valle de Arán); se instauraba el catastro y otros impuestos por los que la monarquía conseguía por fin sus objetivos de control económico y se centralizaba toda la administración.

A pesar de la difícil situación interna, Cataluña lograría a lo largo del siglo XVIII una notable recuperación económica, centrada en un crecimiento demográfico importante, un aumento considerable de la producción agrícola y una reactivación comercial, especialmente gracias al comercio con América, abierto solo a partir de 1778. El campesino se orientó al mercado, se desarrolló una burguesía agraria innovadora (comercio de vinos), aumentaron los intercambios peninsulares y con el exterior; su industria se vio favorecida por el proteccionismo.

Estas transformaciones posibilitarían después la industrialización, un primer proceso de la cual se daría en el siglo XVIII, especialmente centrado alrededor de la industria del algodón y otras ramas textiles. Barcelona y sus alrededores se convierten en el centro de esta protoindustria en desarrollo.


4.4.            Ideas fundamentales de la Ilustración. El despotismo ilustrado: Carlos III. 

La Ilustración y el Despotismo Ilustrado.
La Ilustración es un movimiento ideológico característico de la Europa del siglo XVIII que gira en torno al Racionalismo y al Empirismo. Significa el triunfo de la Razón y de la crítica universal, cuyo efecto en el aspecto religioso es una crítica a la revelación, del optimismo filosófico y del espíritu científico, y de la búsqueda de la felicidad a través del conocimiento. Procede de Inglaterra, Locke, y de Francia, como centros de mayor influencia, y prepara el ambiente de la revolución Francesa. Sus representantes más destacados son Montesquieu,  en “El espíritu de las Leyes” de 1748 promulga la separación de poderes, Voltaire, Diderot y D'Alembert creadores de la Enciclopedia en 1751 y Rousseau quien en  “El Contrato Social” defendió la igualdad social.

El despotismo ilustrado es un movimiento de carácter político que utilizaron las monarquías absolutas del siglo XVIII para reforzar su poder. Los monarcas del despotismo ilustrado utilizaron ideas de la ilustración para realizar una serie de reformas económicas y sociales que se suponen un beneficio para el pueblo, pero que en realidad fortalecen el poder de los reyes. . Se acuñó la máxima “todo para el pueblo pero sin el pueblo”. En España, el mayor representante del despotismo ilustrado es Carlos III.


Carlos III (1759-1788).

Carlos había sido antes rey de Nápoles y por lo tanto, tenía experiencia como monarca. A la corte española lleva políticos italianos, que traen nuevas ideas y reformas para España (Grimaldi y Esquilache). Estas reformas chocaron con la mentalidad del pueblo y con la alta nobleza castellana. Tras una serie de años de crisis y malas cosechas, que elevaron el precio del pan, al liberalizar los precios del cereal. Así se produce el Motín de Esquilache (1766). Los madrileños se levantaron contra el ministro italiano pidiendo pan y reformas exigiendo al rey su destitución. El rey, asustado, accedió a las peticiones de su pueblo, y paro las reformas de Esquilache, destituyendo a él y a la mayoría de los ministros italianos. A partir de entonces, decidió rodearse de nobles e ilustrados españoles, de los que destacamos el conde de Aranda, Olavide, Campomanes, Floridablanca, etc...

Los ilustrados realizando profundas reformas encaminadas a modernizar España. De las reformas realizadas destacaron: repoblar Sierra Morena (Olavide), mejoras en la hacienda, liberalización  del comercio con América de 1778, mejorar la productividad agraria (Jovellanos), impulso de las ciencias (expedición Malaspina) y la cultura (creación de las academias), reformas en la Hacienda (Conde de Aranda), etc...

En las relaciones con la Iglesia el objetivo principal era lograr su subordinación al Estado (regalismo). A tal efecto, en 1767, el rey ordenó la expulsión de todas las tierras españolas de los jesuitas, principales hostigadores de las revueltas anteriores y mano más poderosa de la Iglesia.


Pero donde Carlos III destaco fue en el embellecimiento de la capital, creo una ciudad digna de ser capital de un gran imperio, con jardines y obras públicas como lo demuestra la Puerta de Alcalá, el Hospital General de Madrid, parque del Retiro, fuentes de Cibeles y Neptuno, etc…