Bloque 2. El espacio geográfico español: diversidad geomorfológica
A. El espacio geográfico español
España está situada en la zona templada del
Hemisferio Norte, en el extremo sur de Europa, entre dos continentes y dos
mares de características distintas.
Ocupa la mayor parte de la península Ibérica
junto con Portugal, Andorra y Gibraltar
Es un país de tamaño medio (500.000 Km²) con:
·
territorio peninsular.
·
dos archipiélagos.
·
dos territorios en el norte de África: Ceuta y Melilla.
B El relieve peninsular
El relieve peninsular es el conjunto
de formas que presenta la superficie terrestre. Estas formas son resultado de
una estructura geológica
originada por
fuerzas internas de la Tierra y el modelado realizado por agentes externos:
meteoros atmosféricos, aguas y seres vivos (los seres humamos). La ciencia que
estudia el relieve es la Geomorfología.
1 Características generales del relieve peninsular
Cuatro rasgos básicos:
·
Forma maciza, gran anchura de oeste
a este y costas rectilíneas.
·
Elevada
altitud media, 600 m sobre
el nivel del mar.
·
Disposición
periférica del relieve montañoso en torno a una amplia meseta.
·
Se une al
resto del continente a través de un Istmo de 440km
La diversidad natural del
territorio español se debe a la gran variedad
de relieves y contrastes climáticos. Los recursos naturales, están
repartidos de forma desigual y por tanto las actividades económicas que
influye, en la diversidad cultural. Según
zonas, predominan usos del suelo agrarios, industriales o terciarios, que dan
lugar a una gran variedad de paisajes humanos.
El relieve español es muy
variado. Prácticamente todas las eras geológicas han dejado su huella,
bien en la península bien en sus archipiélagos. La característica más
destacada, y de gran importancia para el desarrollo de las actividades
económicas, es su elevada
altitud media
(662m), sólo superada por Suiza en Europa. Esta altitud se debe a las
numerosas cadenas montañosas y a la elevada altitud de la Meseta Central (más de 700m
de altitud). Lo más característico del relieve peninsular es la disposición
periférica de la mayoría de los grandes sistemas montañosos, situados alrededor
de la Meseta Central.
A esto se le une la gran
cantidad de costas con más de 4800 km ,
repartidas entre la costa atlántica y
la costa mediterránea.
Otro elemento de interés es
la existencia de grandes depresiones formadas por los
principales ríos que se encajan en sedimentos de la Era Secundaria. Es el caso
del Ebro y el Guadalquivir.
La disposición de
algunos sistemas montañosos alrededor de la Meseta Central es otra
característica importante por las alteraciones climáticas que provoca en el
interior peninsular.
A todo ello se suma que España también cuenta con dos archipiélagos:
Baleares y Canarias. Los archipiélagos presentan unos rasgos muy diferentes,
tanto entre sí, como entre las diversas islas que los componen. El origen del
relieve del Archipiélago Balear está ligado a los movimientos que, a lo largo
de las etapas geológicas, han afectado a la Península Ibérica, y comparte un origen común con las
cordilleras alpinas del este peninsular. Por último, cabe
destacar el origen volcánico del archipiélago canario
como una característica más que subraya la variedad del relieve de España.
2 Tipos de unidades morfoestructurales
En el
relieve peninsular encontramos las siguientes unidades morfoestructurales
(Forma que tiene el relieve con unas características líticas <piedras o
rocas> y morfológicas propias):
1.
Zócalos. Llanuras o mesetas de la era
primaria surgidas por el arrasamiento,
por erosión, de cordilleras formadas durante la Era Primaria. Los zócalos se forman tras centenares
de millones de años. Los
zócalos que encontramos en la península son los formados a partir del relieve
formado en la orogénesis herciniana que posteriormente es arrasado por la
erosión. Sus materiales son muy rígidos (granito, pizarra, cuarcita, gneis…)
por lo que los movimientos de tierra pueden hacer que se fracturen, que es lo que ocurrió en la orogénesis
alpina en la era terciaria (dando lugar a macizos antiguos) En la Península encontramos el zócalo donde
estaba el Macizo Hespérico à penillanuras zamorano-salmantina y extremeña.
2.
Zócalos Macizos rejuvenecidos: formaciones de la era primaria que fueron
levantadas (rejuvenecidas) durante la Era Terciaria. Su perfil presenta formas redondeadas plegadas
y desgastadas por la erosión. Es el caso del Sistema Central y Montes de Toledo (Meseta Central) y del Macizo
Galaico y parte de la Cordillera Cantábrica
3.
Cordilleras de plegamiento: Cordilleras de
grandes altitud surgidas en la Era Terciaria por el pliegue
de los materiales sedimentarios de origen marino depositados durante la Era Secundaria. Corresponde
a las Cordilleras Bética, Pirineos, Sistemas Ibérico, Cordillera
Cantábrica...
4.
Depresiones sedimentarias: fosas surgidas en la Era Terciaria (tras la
orogénesis alpina) rellenadas con sedimentos también durante la cuaternaria. Están formadas por materiales
sedimentarios de origen marino y continental como calizas, arcillas y margas que se disponen en estratos horizontales.
Podemos diferenciar dos tipos de cuencas:
·
CUENCAS
INTERIORES CASTELLANAS O MESETEÑAS: Se formaron a partir de la fractura
y hundimiento de un bloque del zócalo herciniano en la orogenia alpina.
Posteriormente esta zona hundida ha sido colmatada (rellenada) con los
sedimentos procedentes de los relieves montañosos que le rodeanà
Duero, Tajo, Guadiana
·
CUENCAS
SEDIMENTARIAS PREALPINAS: Ebro y Bética (Guadalquivir). También se
forman por el hundimiento del zócalo pero en este caso provocado por la
formación de las grandes cordilleras que se levantan junto a ellas. Depresiones del Guadalquivir y del Ebro.
b) Cuando los estratos son horizontales pero suavemente inclinados, se forma un relieve en cuesta, cuando un conjunto de formas del relieve propias de las zonas en las que los estratos están suavemente inclinados y alternan materiales duros y blandos. En las cuestas se distingue un frente. Este tiene una parte superior de fuerte pendiente formada por la capa dura y una parte inferior cóncava en la capa blanda, donde la erosión es más rápida. El retroceso de las cuestas por la erosión da lugar también a cerros testigo.
3 La evolución geológica del relieve peninsular.
El
relieve actual de la Península es el resultado de una historia geológica de más de 600 millones de años en la
que han alternado fases orogénicas
(grandes movimientos sísmicos que moldean bruscamente el relieve) con otras de calma, en las que ha
predominado la erosión y la sedimentación. La formación geológica de España fue debida a la TECTÓNICA DE
PLACAS: es el deslizamiento superficial de grandes placas litosféricas
sobre las que se asientan los continentes. Los continentes no están fijos, sino
que tienen un movimiento imperceptible. La corteza terrestre está formada por
unos bloques o placas rígidos de rocas que se deslizan e interaccionan
originando terremotos y volcanes.
Distinguimos 5 grandes eras geológicas:
1. La era arcaica o Precámbrico
2. La era primaria o Paleozoico
3. La era secundaria o
Mesozoico
4. La era terciaria o Cenozoico
5. La era cuaternaria o
Glaciozoico
1.
La era arcaica o Precámbrico
Entre 4000-600 millones de años, emergió del mar un macizo formado por pizarras y gneis, que comprendía casi
toda la actual Galicia. Este macizo precámbrico fue arrasado por la erosión
y cubierto casi en su totalidad por
los mares paleozoicos.
2.
La era primaria o Paleozoico
Entre 600-225
millones de años. Tuvo lugar la orogénesis herciniana (grandes terremotos) que provocaron la
formación de las siguientes unidades:
·
el Macizo Hespérico, (parte occidental) arrasado por la
erosión durante la misma era primaria y convertido en zócalo o meseta inclinada hacia el Mediterráneo.
·
aparecieron los macizos de Aquitania, Catalano-Balear y del Ebro al noreste
·
el
Macizo Bético-rifeño al sureste.
Todos
ellos fueron también arrasados por la erosión durante la era primaria y convertidos en zócalos. Se
crearon dos fosas (zonas hundidas): Pirenaica
y Bética.
3.
La era secundaria o Mesozoico
Entre
225-68 millones de años. Fue un período de calma en el que predominaron la erosión y la
sedimentación de los macizos levantados durante la era paleozoica gracias a
la llegada y retirada de las aguas marinas y a los agentes externos.
En las fosas marinas situadas en las
actuales zonas pirenaica y bética,
se depositaron, en cambio, enormes espesores de sedimentos.
4.
La era terciaria
Entre
68-1,7 millones de años. Tuvo lugar la orogénesis
alpina que provocó grandes cambios en el relieve peninsular.
·
Se
levantaron las cordilleras alpinas, La colisión de
la placa africana contra la euroasiática, da lugar a: los Pirineos, Béticas y
Costero Catalana. Al plegarse
los materiales depositados en las fosas surgieron los Pirineos y las cordilleras
Béticas
·
Se
formaron las depresiones prealpinas paralelamente a las nuevas cordilleras: la del
Ebro, y la del Guadalquivir a partir de finales del terciario.
·
Se cierra el estrecho de
Gibraltar, aislando el Mediterráneo, que se abrirá un millón de años después,
separando definitivamente Europa y África originándose así el Mar Mediterráneo.
·
La
Meseta se vio
afectada por la orogénesis alpina de la siguiente manera:
o Pasó a inclinarse hacia el Atlántico, de ahí que la mayor parte de
grandes los ríos desemboquen en esta vertiente.
o Se formaron los rebordes montañosos: la cordillera Cantábrica y el Sistema
Ibérico y la Sierra Morena.
o El zócalo de la Meseta , formado por materiales paleozoicos rígidos, experimentó
fracturas y fallas. Estas últimas originaron una estructura germánica constituida por bloques levantados o
rejuvenecidos (horst) y bloques hundidos (fosas tectónicas o graben).
§ Los bloques levantados: el Macizo Galaico y la parte occidental de la cordillera
Cantábrica) y las sierras Sistema Central y
Montes de Toledo.
§ Los bloques hundidos submesetas norte y sur.
o
Las fallas también dieron lugar a actividad volcánica en
algunas zonas como el Campo de Calatrava, Olot-Ampurdán, el Cabo de Gata y
Canarias, que surgen tras la orogénesis alpina que rasgó el fondo marino
del Atlántico emergiendo rocas volcánicas que originan las islas.
5.
La era cuaternaria
Desde 1,7 millones de años hasta la
actualidad que se caracteriza por la sucesión de periodos glaciales y periodos
de clima cálido. Los accidentes geográficos más destacados que se produce en
este periodo fueron creados por la acción erosiva del hielo:
–
El
glaciarismo afectó a las
cordilleras más altas: Pirineos, Cordillera Cantábrica, Sistema Central,
Sistema Ibérico y Sierra Nevada. Dio
lugar a dos tipos de glaciares: de circo y de valle:
– Los glaciares de circo son acumulaciones de hielo en la
cabecera de los valles (circo).
–
Los
glaciares de valle
son ríos de hielo. Se forman cuando el espesor de hielo acumulado en el circo
es grande. Entonces el hielo de las capas inferiores se desplaza fuera del
circo y se desparrama valle abajo, dándole la típica forma de “U”.
–
Las
terrazas fluviales son franjas planas y elevadas
situadas en los márgenes de un río. Su origen se debe a las alternancias
climáticas del cuaternario. La repetición de estos ciclos erosivos provocados
por el arrastre de materiales creó las terrazas escalonadas. En la Península las
más características son las formadas por los ríos Duero, Tajo, Guadiana, Guadalquivir y Ebro. Tienen forma de “V”.
4. El roquedo y los tipos de relieve
La
evolución geológica determina la existencia en la Península de tres áreas
con diferente tipo de roquedo: silícea,
caliza y arcillosa. En cada una de ellas, la erosión crea distintos tipos
de relieve o de modelado: granítico,
cárstico, arcilloso o relieves por erosión diferencial.
4.1. El modelado silíceo
El
área silícea está integrada por rocas antiguas (duras que se fracturan) de
la era precámbrica y primaria. Predominan rocas antigua (como el cuarzo, la pizarra, el granito y la sílice),
de gran dureza. Se localiza mayoritariamente en el oeste
peninsular y presenta ramificaciones hacia la parte occidental de la cordillera
Cantábrica, el Sistema Central, Macizo Galaico, los Montes de Toledo y
Sierra Morena, Pirineo Axial y Sierra Nevada.
La
roca predominante
es el granito, que se altera de diversas formas y crea distintos tipos
de relieve.
– Si se altera químicamente por el agua: se transforma en arenas pardo-amarillentas. El granito al estar en permanente
contacto con el agua sus cristales se disuelven en forma de arena de color
pardo amarillentas que se colmaran (acumulan) en las zonas más bajas.
– Si se altera a partir de las diaclasas o
fracturas de la roca, el agua se filtra por las fracturas de las rocas, y al helarse,
aumenta de volumen y las rompe.
Las formas
son distintas según la altitud:
– En las áreas de alta
montaña,
se forman de crestas agudas (galayos), y al pie de
las montañas, de canchales o acumulaciones de fragmentos de
rocas rotas.
–
En
las zonas menos elevadas, las formas
dependen de la disposición de las fracturas. Si las diaclasas son paralelas a
la superficie, el granito se descama o disgrega lentamente y origina un paisaje
de formas suavemente onduladas y redondeadas, llamadas domos.
Si las diaclasas son perpendiculares,
se forman bolas. Estas pueden
quedar amontonadas unas sobre otras formando berrocales. En ellos
son típicos los tores
(apilamientos de bolas) y las rocas
caballeras (bolas situadas en equilibrio sobre una de sus superficies
menores).
4.2. El modelado calizo
El
área caliza está integrada por rocas de la era secundaria
plegadas en la era terciaria. Se compone mayoritariamente de rocas de
composición calcárea (formada por fragmentos de otras rocas y de
organismos preexistente del mundo marino). Su localización forma una “Z” invertida que se extiende por los Prepirineos, los Montes Vascos, el sector
oriental de la cordillera Cantábrica, el Sistema Ibérico, parte de la
cordillera Costero-Catalana y la cordillera Subbética.
La
roca predominante de
esta área es la caliza, una roca sedimentaria, de color amarillento, que
se fractura formando grietas o diaclasas y que se disuelve fácilmente con el carbonato cálcico del agua. Da
lugar a un relieve complejo, el relieve cárstico, cuyas formas características son las
siguientes:
1.
Los lapiaces son surcos o
cavidades separados por tabiques más o menos agudos provocados por la acción
erosiva del agua.
2.
Las gargantas, foces u hoces son valles estrechos y profundos,
causados por los ríos al disolver la caliza.
3.
Los poljés son depresiones alargadas de fondo
horizontal enmarcadas por vertientes abruptas. Están recorridos total o
parcialmente por corrientes de agua, que desaparecen súbitamente por sumideros o pozos y continúan circulando subterráneamente.
4.
Las dolinas o torcas son grandes cavidades formadas en los lugares donde el agua se
estanca. Pueden tener formas diversas (circulares o de embudo) y unirse con
otras vecinas, formando cavidades de trazado complicado denominadas uvalas.
5.
Las cuevas
se crean al infiltrarse el agua y circular subterráneamente por las fisuras del
terreno calizo formando galerías. En ellas suelen formarse estalactitas a partir del agua, rica en carbonato cálcico, que gotea del techo; y estalagmitas a partir del agua
depositada en el suelo. El agua infiltrada puede volver a la superficie a
través de manantiales o resurgencias.
6.
Las simas: son aberturas estrechas que
comunican la superficie con las galerías subterráneas.
3. El modelado arcilloso
El
área arcillosa está integrada por rocas sedimentarias
de las eras terciara y cuaternaria. Se localiza en las
cuencas de las submesetas norte y
sur; en las depresiones del Ebro y del Guadalquivir, y en las llanuras costeras
mediterráneas. La roca
predominante en esta área
es la arcilla, blanda e
impermeable (el agua apenas pasa a las capas inferiores y se queda en
la superficie). Da lugar a un relieve básicamente horizontal, plano. También se encuentran materiales
como yesos o margas.
Observamos distintos tipos de relieve:
–
En unos casos, los ríos abren valles
que separan estructuras horizontales. Estas se desgastaron pronto, originando llanuras
suavemente onduladas: las campiñas.
–
En las zonas donde alternan largos
períodos secos y calurosos con otros de lluvias cortas y torrenciales, y no
existe la protección vegetal (SE peninsular y zona central del valle del
Ebro), se forman cárcavas
o, topografía abrupta similar a una montaña en miniatura. Origina un paisaje
peculiar llamado “badlands”.
4. Relieve causado por la erosión diferencial
Se produce cuando las rocas presentan
distinto origen y
resistencia, respondiendo, de forma desigual, a la acción de los
agentes erosivos. Las rocas más blandas se erosionan más rápidamente que las
duras, originado paisajes muy diversos que dependen de la orientación
de cómo están los estratos. Así, nos encontramos diferentes tipos de paisajes
con relieve diferencial:
a) Cuando los estratos son horizontales y
alternan rocas duras y blandas, los ríos abren valles que separan amplias
plataformas llamadas páramos, con cima horizontal formada por el
estrato más duro y flancos cóncavos con superficie plana. Los páramos se
pueden convertir en cerros testigos si desaparece el estrato
superior.
Este tipo de relieve se observa en
depresiones del Ebro y Guadalquivir y en cuencas sedimentarias de la Meseta.
b) Cuando los estratos son horizontales pero suavemente inclinados, se forma un relieve en cuesta, cuando un conjunto de formas del relieve propias de las zonas en las que los estratos están suavemente inclinados y alternan materiales duros y blandos. En las cuestas se distingue un frente. Este tiene una parte superior de fuerte pendiente formada por la capa dura y una parte inferior cóncava en la capa blanda, donde la erosión es más rápida. El retroceso de las cuestas por la erosión da lugar también a cerros testigo.
c) Cuando los estratos están plegados, aparece el:
·
Relieve
apalachense. Este se
forma sobre un relieve montañoso
herciniano,
constituido por pliegues de materiales de diferente dureza, que fue arrasado y nivelado por
la erosión y experimentó un posterior rejuvenecimiento que reactivó
la erosión. La erosión diferencial deja al
descubierto las capas duras, que forman crestas paralelas, largas y
estrechas, de altitud similar, separada por depresiones abiertas en las capas
blandas. En España pueden encontrarse ejemplos de este
relieve en los Macizo Galaico, Montes
de Toledo y en Sierra Morena.
·
Relieve jurásico: conjunto de formas del relieve resultantes de la erosión
diferencial sobre estratos plegados
de diferente dureza en las cordilleras jóvenes
(formadas durante el secundario y terciario). Está constituido por una alternancia de pliegues convexos
(anticlinales) y cóncavos (sinclinales). Formas típicas de este relieve
pueden verse en el Sistema Ibérico, la cordillera Cantábrica, los Pirineos y
las cordilleras Béticas.
5. Las grandes unidades morfoestructurales
del relieve peninsular
La Meseta
Es la gran
unidad del relieve peninsular, pues en torno a ella se organizan el resto de
las unidades morfoestructurales.
5.1 Las unidades del relieve de la Meseta
La Meseta es
una elevada llanura situada a unos
600-800 metros de altitud. Se formó en la era primaria por la erosión del antiguo Macizo Hespérico, surgido en
la orogénesis herciniana de la era primaria, hasta su conversión en un
zócalo o meseta. En la era terciaria, la Meseta fue deformada y
destruida en gran parte durante la orogénesis alpina, de modo que dentro de
ella pueden diferenciarse tres unidades: el antiguo zócalo paleozoico, las
sierras interiores y las cuencas sedimentarias interiores.
a) El antiguo zócalo paleozoico solo aflora hoy al oeste peninsular (penillanuras zamorano-salmantina
y extremeña). Aquí la erosión ha eliminado los materiales terciarios que
recubrían el zócalo, dejando al descubierto los
materiales silíceos primarios: granito,
pizarra y cuarcita. El relieve está constituido por penillanuras
o superficies de erosión muy suavemente onduladas. Las penillanuras están
accidentadas por montes isla, o relieves residuales constituidos por
rocas más resistentes. En la zona de contacto de las penillanuras con las
cuencas sedimentarias de la Meseta hay profundas gargantas creadas por
los ríos al encajarse sobre los materiales duros de las penillanuras.
b) Las sierras interiores de la Meseta son el Sistema Central y los
Montes de Toledo. Se formaron en la era terciaria por el
levantamiento (Horst) de algunos bloques del zócalo de la Meseta como resultado
de la orogénesis alpina. Ambos son de roquedo primario (granito, pizarra, gneis)
y tienen formas redondeadas.
–
El Sistema Central es más alto (2000-2600m en el Pico Almanzor) y divide la Meseta aproximadamente
por la mitad. Sus sierras más destacadas son Somosierra, Guadarrama, Gredos
y Gata.
–
Los Montes de Toledo son de menor altura (1100-1600m) y dividen en dos la
submeseta sur, separando las cuencas del Tajo y del Guadiana. Su sierra más
importante y elevada es la Sierra de Guadalupe.
c) Las
cuencas sedimentarias interiores de la Meseta son las de las submesetas norte y
sur. Se formaron en la era terciaria por el hundimiento de bloques del zócalo (graben)
de la Meseta como resultado de la
orogénesis alpina. Dan como resultados:
–
Los páramos son superficies estructurales planas
y elevadas formadas por los estratos duros calizos. Los páramos se localizan en
la zona este de la submeseta
norte y la submeseta sur.
–
Las campiñas son llanuras bajas suavemente
onduladas recorridas por ríos. Se forman donde los páramos han sido erosionados
y afloran las arcillas y margas de los niveles inferiores. En ellas son
frecuentes los cerros testigo. Las
campiñas más destacadas son las recorridas por los ríos Duero, Tajo y Guadiana.
–
Las cuestas son zonas inclinadas entre los
páramos y las campiñas.
Las
dos submesetas están orientadas hacia
el Atlántico y presentan las siguientes características:
La cuenca de la submeseta norte es más alta (800 metros de altitud
media) y es más uniforme, ya que toda ella pertenece a una sola cuenca
hidrográfica (la del Duero); y está casi totalmente encerrada por las montañas.
La cuenca de la submeseta sur es más baja (600 metros); está
accidentada en su parte media por los Montes de Toledo, que la dividen en dos
cuencas hidrográficas (la del Tajo y la del Guadiana).
5.2 Los rebordes montañosos de la Meseta.
Se
formaron en la era terciaria por el levantamiento de bloques (duros, Graben) de
la Meseta o por el plegamiento (blandos) de los materiales depositados por el
mar en el borde oriental de la Meseta.
1. El Macizo Galaico-Leonés
El
Macizo Galaico-Leonés se formó en la era terciaria por el levantamiento
del ángulo noroeste del zócalo de la Meseta durante la orogénesis alpina. Sus
materiales, por tanto, son paleozoicos y duros (granitos y neis). El relieve
presenta montañas redondeadas (Macizo Galaico) de poca altura desgastados por
la erosión. Sus sierras más destacadas son Segundera, Cabrera y Los Ancares,
en los Montes de León. La altura máxima se encuentra a unos 1800m.
2. La cordillera Cantábrica
La cordillera Cantábrica tiene dos
sectores bien diferenciados:
–
El sector oeste, el Macizo Asturiano, se formó en la era terciaria por el
levantamiento y fractura de este sector del zócalo de la Meseta durante la
orogénesis alpina. Sus materiales, por tanto, son paleozoicos y duros,
granitos, neis y pizarras. En su extremo oriental existe un gran
afloramiento de calizas primarias, que constituye los Picos de Europa (algo
más de 2600m).
–
El sector este de la cordillera, la montaña Cantábrica, se
formó en la era terciaria por el plegamiento de materiales secundarios
depositados por el mar en el borde de la Meseta. Las alturas son más modestas
entre los 1500 y los 1750m.
3. El Sistema Ibérico
El
Sistema Ibérico, es una cordillera intermedia, formada en la era terciaria por el plegamiento de
materiales secundarios depositados por el mar en el borde oriental del zócalo
de la Meseta. Por tanto, sus materiales son principalmente calizos aunque
también aparece roquedo paleozoico. Las sierras más destacadas son la Picos de
Urbión (máxima altura 2300m), Demanda, el Moncayo, Sierra de
Albarracín, y Serranía de Cuenca. Entre las
Sierras de Javalambre y Gúdar, está la fosa de Calatayud, que se rellenó con
materiales terciarios.
4. Sierra Morena
Sierra
Morena no es propiamente una cordillera, sino un brusco escalón que separa la
Meseta del valle del Guadalquivir. Se formó en la era terciaria por el
empuje desde el sur al levantarse las cordilleras Béticas. El roquedo es
paleozoico, de color oscuro, al igual que su vegetación (jara). Ambas
características le dan su nombre. Sus sierras más destacadas son Madrona
(1350 m), Pedroches y Aracena.
5.3 Las depresiones exteriores: la depresión del Ebro
y la depresión del Guadalquivir.
1.
Las depresiones exteriores: la depresión del Ebro y la depresión del
Guadalquivir.
Las
depresiones exteriores de la Meseta son la depresión del Ebro y la depresión
del Guadalquivir. Ambas son cuencas o fosas prealpinas de forma triangular
formadas en la era terciaria paralelamente a las cordilleras alpinas. Luego se
rellenaron con potentes espesores de sedimentos terciarios y cuaternarios (dado
que son cuencas de subsidencia, cuyos fondos se hundieron progresivamente
durante el terciario). Hoy constituyen relieves prácticamente horizontales.
a) La
depresión del Ebro
es paralela a los Pirineos y se encuentra cerrada por éstos, por el Sistema
Ibérico y por la cordillera Costero-Catalana. Ocupa el lugar donde estuvo el
antiguo Macizo del Ebro, que había sido intensamente erosionado, y se hundió
mientras se elevaban las cordilleras que lo bordean. La depresión estuvo
primero ocupada por el mar, pero luego se cerró, transformándose en un gran
lago hasta finales de la era terciaria, cuando el Ebro se abrió paso hasta el
mar a través de la cordillera Costero-Catalana. Por tanto, sus materiales son
marinos y continentales.
b) La
depresión del Guadalquivir es paralela a las cordilleras Béticas y se dispone entre estas,
Sierra Morena y el océano Atlántico. Primero, estuvo abierta al mar. Luego, se
convirtió en un lago litoral o albufera y más tarde, por colmatación, en
marismas pantanosas. El relieve, dado el predominio de las arcillas,
forma campiñas suavemente onduladas.
5.4. Las cordilleras exteriores
Las
cordilleras exteriores de la Meseta son los Pirineos, los Montes Vascos, la
cordillera Costero-Catalana y las cordilleras Béticas. Se formaron en la
orogénesis alpina de la era terciaria, al plegarse sedimentos secundarios
depositados en las fosas oceánicas bética y pirenaica entre antiguos macizos
que actúan como topes. Por tanto, predominan los materiales calizos.
a)
Los Pirineos
poseen una estructura compleja.
–
El eje o zona axial
corresponde al antiguo Macizo Herciniano de Aquitania, que rejuveneció en la
orogénesis alpina. Está formado por materiales paleozoicos y posee un relieve
abrupto, donde se encuentran las mayores altitudes de la cordillera (Montes
Malditos con el Aneto y Monteperdido (3400 m).
–
Los Prepirineos se encuentran al sur de la zona
axial. Se formaron en la orogénesis alpina de la era terciaria por el
plegamiento de los materiales secundarios depositados en la fosa pirenaica.
Están formados por calizas y poseen un relieve más suave y menos alto que el de
la zona axial. Se estructuran en dos
alineaciones paralelas al eje: las sierras interiores y las sierras exteriores
(2400 – 2500m).
–
La depresión media o intrapirenáica es una larga y estrecha depresión
margosa que separa las sierras interiores y las sierras exteriores
prepirenaicas.
Los
Pirineos tienen como prolongación los Montes Vascos y la cordillera
Costero-Catalana.
b) Los
Montes Vascos
en su mayor parte prolongan los
Prepirineos. Por tanto, son de roquedo calizo, formas suaves y moderada
altitud. El Pirineo axial solo aflora en el extremo oriental, de roquedo
paleozoico. Sus mayores elevaciones son Aralar y Peña Gorbea (1500 m).
c) La
cordillera Costero-Catalana es una transformación de la zona oriental de los Pirineos. Está
separada de estos por fallas, que han dado lugar una región volcánica, muy bien
conservada, con más de cuarenta conos. La mitad norte de la cordillera está formada por materiales paleozoicos,
restos de los viejos macizos hercinianos catalano-balear levantados en la
orogénesis alpina. La mitad sur está constituida por terrenos calizos secundarios plegados en la orogénesis
alpina.
La cordillera está dividida en dos alineaciones:
una paralela a la costa, de escasa altura y otra interior más alta (Montseny,
Montserrat). Ambas están separadas por una depresión longitudinal o fosa
tectónica, que se rellenó con materiales terciarios y cuaternarios.
d) Las
cordilleras Béticas
presentan una gran complejidad geológica. Se estructuran en dos sistemas
montañosos separados por depresiones.
–
La cordillera Penibética bordea la costa. Se formó en la era
terciaria por el rejuvenecimiento del antiguo macizo Bético-Rifeño. Sus materiales
son paleozoicos y el relieve encierra las cimas más elevadas de la Península en
Sierra Nevada: los picos Mulhacén y Veleta. (3700m).
–
La cordillera Subbética se localiza en el interior. Se formó
en la era terciaria por el plegamiento de los materiales secundarios
depositados por el mar en la fosa bética. Las sierras más destacadas de esta
cordillera son Grazalema, Ubrique y Cazorla (entre los 1000 y 1500m).
–
La depresión intrabética, entre las cordilleras Penibética y Bética, se
encuentra fragmentada en varias depresiones pequeñas (hoyas de Ronda,
Antequera, Guadix y Baza).
6 El
relieve costero peninsular.
6.1. Las formas del relieve costero peninsular.
Las
costas peninsulares son predominantemente rectilíneas. Este hecho determina una
escasa influencia del mar en el interior. La morfología de las costas está
condicionada por el relieve del interior dando lugar a paisajes muy variados:
acantilados, playas, dunas, cabos, albuferas, rías, golfos, etc...
6.2. Las costas atlánticas
Dentro
de las costas atlánticas distinguimos la costa cantábrica, las rías gallegas y
la costa atlántica andaluza.
La
costa cantábrica
La
costa cantábrica es rectilínea y se caracteriza por sus acantilados, rasas y pequeñas rías, así como por la escasez de
playas.
La
costa gallega
Las
rías gallegas dan lugar a la costa más
articulada de España. Resultan de la invasión por el mar de los valles
fluviales abiertos en las numerosas fracturas del Macizo Galaico. Por estos
valles, el mar puede penetrar hasta 25 y 35 kilómetros en el interior. Entre
ellas se encuentran las de Ortigueira, Vigo y Arousa.
La
costa atlántica andaluza
La
costa atlántica andaluza tiene como relieves costeros característicos las marismas, las flechas litorales y los
campos de dunas (entre las más conocidas, se encuentran las de Doñana).
6.3 La costa mediterránea.
Dentro
de las costas mediterráneas diferenciamos el sector bético, el golfo de
Valencia y el litoral catalán.
El
sector bético
El
sector bético se extiende desde el peñón de Gibraltar, en Cádiz, al cabo de La
Nao, en la costa levantina.
–
Es una costa acantilada, que
penetra con fuerte pendiente en el mar, determinada por los relieves de las
cordilleras Béticas, que discurren paralelas a ella. Los acantilados alternan
con largas secciones de costa baja, que forman una estrecha llanura
litoral creada por los abundantes aportes de las cordilleras Béticas.
–
También son frecuentes los campos
de dunas y las albuferas, como la del mar Menor.
El
golfo de Valencia
El
golfo de Valencia va desde el cabo de La Nao al delta del Ebro. Se caracteriza
por sus playas, albuferas, pequeños
deltas y tómbolos.
El
litoral catalán
El
litoral catalán se extiende desde el delta del Ebro a la Costa Brava. Es muy
variado, ya que presenta algunos deltas, como los del Ebro y el
Llobregat; costas acantiladas donde el extremo de la cordillera
Costero-Catalana llega hasta el mar (Costa Brava) y playas y
pequeñas llanuras litorales entre los promontorios rocosos.
C. El relieve insular
1. El archipiélago balear
Geológicamente,
las islas Baleares son un eslabón entre las dos cordilleras alpinas del
Mediterráneo: Mallorca, Ibiza y Formentera son fragmentos emergidos de la
cordillera Subbética y Menorca está ligada a la cordillera Costero-Catalana.
Predominan
los suelos calizos y las formas cársticas
Mallorca presenta tres conjuntos:
–
La sierra de Tramontana al norte
–
La sierra de Llevan al sur
–
La depresión central, o Pla,
entre ambas sierras, es de relieve suave y roquedo arcilloso.
Menorca está ligada a la cordillera Costero-Catalana.
–
La mitad norte es un relieve de materiales
paleozoicos (pizarras), de baja altura y formas suaves.
–
La mitad sur, es una zona llana de materiales
calizos mesozoicos.
El relieve costero
balear
Las
costas Baleares son diversas:
·
acantiladas
en las áreas donde los relieves montañosos llegan hasta el mar
·
playas
largas de arena fina o arenales (Arenal de Palma)
·
numerosas
calas abiertas por las aguas de los torrentes
·
albuferas
y saladares
2. El archipiélago canario
El
archipiélago canario está formado por una agrupación de islas situadas al
noroeste del continente africano, del que se separan por unos cien kilómetros
de distancia. Comprende siete islas principales, agrupadas en dos
provincias: Las Palmas (Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura) y
Santa Cruz de Tenerife (Tenerife, La Palma, La Gomera y el Hierro).
1. Origen y evolución del relieve canario
El
origen de las islas Canarias es volcánico.
Se formaron en la era terciaria. El choque de placas produjo fracturas
del fondo oceánico, de ellas surgieron
emisiones volcánicas y al solidificarse
el magma, surgieron las islas.
Las
más extensas son Tenerife, Fuerteventura y Gran Canaria.
2. Tipos de relieve y de modelado en
Canarias
En
Canarias pueden encontrarse diversos tipos de relieve volcánico
–
Los conos
volcánicos montaña exterior formada alrededor de
la chimenea de un volcán por la acumulación de lava. (Teide, pico más alto del
Estado)
–
Las calderas son grandes cráteres circulares
originados por la explosión (hundimiento) de volcanes.
–
Las coladas de lava ríos de lava. Al
solidificarse rápidamente, dan lugar a los llamados “malpaíses”, terrenos
abruptos.
–
Los diques y los roques o pitones son el resultado de la erosión
diferencial.
·
diques
(si se trata de conductos fisurares) o cuevas en el interior de las rocas.
·
roques
(si son centrales, como el cilindro de salida de magma)
– Los domos son
colinas que se originan por erupciones viscosas individualizadas
El
modelado creado por la erosión y la
sedimentación sobre el relieve volcánico tiene como formas características:
–
Los barrancos son valles cortos, angostos y
escarpados, creados por el encajamiento de los torrentes en el terreno
volcánico
– Conos de deyección formados por acumulaciones aluviales a la salida de los barrancos
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