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jueves, 26 de octubre de 2017

BLOQUE 3. LA FORMACIÓN DE LA MONARQUÍA HISPÁNICA Y SU EXPANSIÓN MUNDIAL (1474-1700).



3.1 Los Reyes Católicos: unión dinástica e instituciones de gobierno. 


unión dinástica

El matrimonio entre la reina Isabel I de Castilla (1474-1504) y Fernando II de Aragón (1479-1516), supone la unificación de los dos principales reinos medievales de la Edad Media y pone las bases de la creación de un estado moderno. El matrimonio de los Reyes Católicos fue político, lo que supone la unificación de dos coronas a nivel patrimonial, es decir, no es una unidad nacional, sino una unidad política.

La guerra sucesoria en Castilla (1475-79).

 Durante el reinado de Enrique IV (1454-1474) se produce un levantamiento de la nobleza ("Farsa de Ávila") y éste, para evitar la guerra, nombra heredero a Alfonso de Castilla, su hermanastro, en vez de a su hija Juana. Muerto Alfonso (1468) sus derechos pasaron a su hermana Isabel. Tras un nuevo enfrentamiento armado se llega al acuerdo de los Toros de Guisando (1468) en que Enrique IV reconoce a Isabel como su heredera. 

A la muerte de Enrique IV en 1474 estalla una guerra civil:

·      Los seguidores de Juana la Beltraneja, casada con el sucesor del trono de Portugal.
·      Los seguidores de Isabel, casada con Fernando (sucesor al trono aragonés) que defendían la unión con Aragón.

La guerra se decidió tras la victoria de las tropas isabelinas en la batalla de Toro en 1476. En 1479 se pone fin a la guerra civil con el tratado de Alcaçobas. La ya reina Isabel dominó a la nobleza castellana que, a partir de ese momento, perderá todo su poder político y vivirá a la sombra de la monarquía. Juana es apartada de la política castellana y se reconoce la independencia de Portugal.

Fernando II de Aragón hereda los dominios de su padre en 1479, uniéndose las Coronas de Castilla y Aragón. Según la Concordia de Segovia firmada en 1475, ambos monarcas dispondrán de igual poder "Tanto monta, monta tanto". La unidad dinástica no supuso la unión política, ni la unidad de los pueblos.

INSTITUCIONES DE GOBIERNO. 

Los Reyes Católicos (1474-1516) realizaron una profunda reforma política y administrativa de su reino, con el objetivo de fortalecer el poder real. Se trata de una monarquía autoritaria, donde los dos monarcas reinan por igual. Además, los reinos conservan sus propias instituciones y derechos de autogobierno. Por último, los Reyes Católicos construirán un estado moderno con una eficaz burocracia, un ejército permanente y una moderna diplomacia.

Las instituciones más importantes  creadas o reformadas por los monarcas fueron:

-La santa hermandad: era una especie de cuerpo de policía que velaba por la seguridad y el cumplimiento de las leyes.

-Reforzamiento del poder de los corregidores, que eran los únicos representantes del poder central, que administraban la justicia y la legalidad, en todos los reinos.

-Reorganización de los concejos: se reduce su autonomía, que queda en manos de una oligarquía burguesa controlada por los reyes.

-Las Cortes: quedan controladas por los reyes, aunque siguen conservando su división tradicional por estamentos. Se convierte en un instrumento fácil de manejar por los monarcas.

-Instituciones de justicia: creación de dos chancillerías, las de Valladolid y Granada, como tribunal principal de justicia. Audiencias, diseminadas por las ciudades, que actuaban como juzgados.

-Reforzamiento de los Consejos Reales: Había dos tipos de consejos: territoriales y temáticos.
Los miembros de los consejos eran de designación real. Entre ellos estaban el Consejo Real o de Castilla, el Consejo de Aragón, el de  Hacienda, Ordenes Militares o el de la Inquisición, que fue el único que tuvo como ámbito jurisdiccional toda la Península.

-Reformas en la Hacienda: los reyes aumentan los ingresos mediante la creación de la Contaduría de Hacienda, encargado de recaudar impuestos y regular los gastos.

-La Inquisición: existente durante la E.M fue aprovechada por los reyes para reforzar su poder. En 1478 se crea el consejo de Inquisición, que puede actuar en todos los reinos, siendo el único consejo de carácter nacional.


3.2.   El significado de 1492. La guerra de Granada y el descubrimiento de América.

El significado de 1492.

El reinado de los Reyes Católicos supone la unidad territorial de España, pone fin a la reconquista, conquistando Granada en 1492, el fortalecimiento del poder real y el inicio de la conquista de América. En 1492, que nace y se consolida la futura monarquía hispánica que dominará Europa durante casi 150 años. Surge también un proyecto político moderno, un Estado fuerte que pretende controlar toda la península y una corona que se impone a la nobleza. También supuso la expulsión de 300.000 judíos en un intento de concretar una sociedad católica pese a la permanencia de los moriscos más de un siglo después de los RR.CC.

La Guerra de Granada (1483-1492).

 El reino granadino comprendía las actuales provincias de Almería, Granada y Málaga, y su conquista se realizó aprovechando las contiendas y enfrentamientos internas de los granadinos, divididos entre partidarios de Muley Abulhassán y de su hijo Boabdil.
La campaña se desarrolló de 1481 a 1492, en dos grandes fases:
1.    La fase de 1481-84, se inicia las hostilidades con empleo de caballería y el sistema de “razias” (ataques musulmanes fugaces en tierras cristianas).

2.    La fase de guerra moderna, con ejército regular, coordinación del mando, empleo de la infantería y de la artillería (pólvora), con apoyo de “ingenieros y pontoneros” y la creación de la sanidad militar. Boabdil entrega la ciudad el 2 de enero de 1492 tras un largo asedio. Finalizaba así la conquista cristiana peninsular.

Con las capitulaciones para la entrega de Granada (1491) se firma la paz. Por este acuerdo, se garantizaban a los musulmanes granadinos el derecho a usar su lengua, vestidos y costumbres, a practicar su propio culto y a ser juzgados por sus propios jueces a cambio de una rendición pacífica y un sometimiento a los RR.CC.

El descubrimiento de América.


El descubrimiento de América para Europa fue llevado a cabo el 12 de octubre de 1492. Este descubrimiento supuso la culminación de la expansión castellana por el Atlántico. El descubrimiento supone el inicio de la hegemonía de la monarquía hispánica y el inicio del imperio español en América. Además la consolidación de la cultura española (lengua, tradición y religión) se traslada al nuevo mundo.
Colón fue el protagonista del descubrimiento basándose en teorías que decían que existía una ruta posible hacia la India por el Atlántico. Colón firmo con los RR.CC, las Capitulaciones de Santa Fe  abril de 1492, donde los RRCC reconocían a Colón poderes extraordinarios (Almirante, virrey) y el derecho al 10% de las riquezas obtenidas.

Los viajes de Colon

Realizo 4 viajes a América, donde descubrió: las Antillas y el norte de Sudamérica. Tras el primer viaje se firma el Tratado de Tordesillas de 1494, que establece la línea de reparto de las nuevas tierras descubiertas entre España y Portugal. Tras varios años, por una serie de problemas,  Colón fue despojado de sus cargos, riquezas y poderes.  Muere  en 1506 arruinado en Valladolid convencido de que había llegado a las Indias y no había encontrado un continente nuevo.


A las nuevas tierras se les pusieron el nombre de América, pues el primero que difundió esa idea fue Américo Vespuccio, un navegante italiano que estaba al servicio de Castilla.

3.3.  El Imperio de los Austrias: España bajo Carlos I. Política interior y conflictos europeos.

Carlos I de España y V de Alemania (1516-1556) recibe un enorme patrimonio por parte de padres (Juana y Felipe I) y abuelos (los RR.CC y emperadores alemanes): el imperio alemán, las posesiones italianas, Borgoña y Los Países Bajos, La corona de Castilla con sus posesiones en América y la corona de Aragón con sus posesiones en el Mediterráneo. La posesión de tan vastos territorios alentó la idea imperial de Carlos. Se trataba de reunir a todos los cristianos bajo la autoridad política del Emperador y la autoridad religiosa del Papa y de frenar el avance de los turcos.

Política interior

Al principio de su reinado, Carlos I tuvo una serie de problemas internos que le impedían consolidar su poder:

-Las comunidades: se trata de un conflicto castellano que sucede entre 1520 y 1522, por culpa de la nueva política fiscal, mayor autonomía de las Cortes, la defensa de la industria textil castellana, fin de las pretensiones de Carlos de conseguir el trono imperial y la conclusión  de nombrar extranjeros en los cargos más importantes del gobierno, apartando a la nobleza castellana. Estaban formados por pequeña nobleza y burgueses fundamentalmente y tuvo éxito en las grandes ciudades castellanas (Madrid, Segovia, Toledo). Son derrotados por las tropas de Carlos en la batalla de Villalar (1521). Los dirigentes comuneros (Juan Padilla, Juan Bravo y Pedro Maldonado) fueron ejecutados. Sólo Toledo aguantó hasta su sometimiento al rey en febrero del 22.

-Las germanías: se produjeron en los reinos de Valencia y Mallorca entre 1519 y 1523, fue un conflicto social antiseñorial entre los campesinos y artesanos humildes (agerminados) y el patriciado urbano y la nobleza. Tuvo mucha fuerza en las ciudades de Mallorca y Valencia, a causa del abuso de poder y la subida de impuestos. En el año 1523, los agerminados son derrotados, produciéndose una dura represión.

Las consecuencias de esto fueron el reforzamiento del poder real, la alta nobleza, el alto clero y patriciado urbano que apoyan de forma fuerte a la monarquía, y las fuertes represiones pacificaron socialmente el interior del país.

conflictos europeos.

       La Corona hispánica, y sobre todo Castilla, se convirtió en el centro del Imperio y sobre ella recayó el esfuerzo de mantenerlo (tanto en hombres como en impuestos). La diplomacia del emperador Carlos tuvo tres objetivos fundamentales: enfrentamiento con Francia por la hegemonía europea, defensa de la cristiandad frente a los turcos y defensa de la ortodoxia católica frente a los protestantes europeos. En el marco de esta confrontación, Carlos buscó siempre la buena vecindad con Portugal y la alianza de Inglaterra.

Los conflictos vividos por Carlos I se pueden sintetizar en:

       La pugna mantenida por Carlos y Francisco I de Francia por la hegemonía europea, duró más de veinticinco años. Tres fueron los campos primordiales del enfrentamiento: Navarra, Borgoña y los dominios italianos.

       El enfrentamiento con los turcos se saldó con un fracaso rotundo no pudiendo controlar el dominio turco sobre el Mediterráneo. Intentó conquistar algunas plazas en el Mediterráneo como Túnez o Argel pero con la acción de los piratas (Barbarroja) no consiguió consolidarlas.

La aparición del protestantismo en el centro de Europa. Los príncipes alemanes, adheridos en gran parte a las nuevas ideas religiosas protestantes procedentes de las ideas de Martín Lutero (Liga de Esmalcalda), se levantaron contra el Emperador, quien los derrotó en la batalla de Mühlberg (1547). Sin embargo, la división religiosa era ya imparable y las nuevas ideas habían cuajado fuertemente en muchos europeos. La paz de Augsburgo (1555) venía a plasmar esta situación al reconocer la libertad religiosa de los países que componían el Imperio: catolicismo y protestantismo quedaban en pie de igualdad.


3.4.  La Monarquía Hispánica de Felipe II. Gobierno y administración. Los problemas internos. Guerras y sublevación en Europa.

Gobierno y administración

Felipe II (1556-1598) decide trasladar la capital del imperio a Madrid dejando una sede fija para la corte y no itinerante como hicieron sus antecesores. Su reinado tuvo un carácter autoritario (monarquía autoritaria), donde el rey concentraba en sus manos todo el poder y tomaba las decisiones más importantes. Esto provoco que, tanto las cortes, como los concejos municipales perdieran representación y poder, en especial, en Castilla. Mientras, en los demás reinos se conservaron fueron y derechos. Solo el Tribunal de la Inquisición tendrá jurisdicción en todos los territorios. Fue utilizado por el rey como instrumento de poder que actuaba sobre cualquier territorio del imperio, siendo superior, incluso a las instituciones y fueros territoriales.


Por otro lado se trata de un tipo de monarquía “pluri-territorial”, en donde coexistían diferentes instituciones políticas en los diferentes territorios en donde el monarca se adaptaba y respeta la pluralidad foral de sus reinos sus lenguas y culturas. Todos los reinos y territorios de la monarquía hispánica tenían una serie de fueros, costumbres y lengua que los hacía únicos. Lo que les unía es que eran la política exterior, el ejército y el rey.

Felipe II  fortaleció el poder de los Consejos y el de los secretarios de Estado (Eran grandes nobles que se dedicaban a ayudar administrativamente al rey), aunque todo pasaba bajo la dirección del monarca.


Problemas internos

1.        -La rebelión Morisca de las Alpujarras (1568-1571): los moriscos se rebelan para exigir derechos sociales y culturales. Ante el temor de un apoyo de los moriscos a los turcos, Felipe II interviene mandando a su hermano Juan de Austria. En 1571, la rebelión es sofocada brutalmente, expulsando de Granada a los moriscos y llevados a otros reinos del imperio.

2.        -El problema de Antonio Pérez (1591-92): secretario personal del rey, es juzgado y condenado por traición, aunque huye a Aragón acogiéndose a sus fueros de donde era originario. El Justicia mayor de Aragón Juan Lanuza, le protege provocando un conflicto que provoca una revuelta en todo el reino de Aragón. Felipe II hizo intervenir a la Inquisición, único tribunal con jurisdicción en todos los reinos, provocando revueltas en Zaragoza. El conflicto termina con la detención de Pérez (aunque vuelve huir a Francia), la muerte de Juan Lanuza, y un sentimiento anticastellano en todo Aragón. Felipe II respeto, a partir de entonces, los fueros de los aragoneses.

Problemas externos

Felipe II hereda de su padre Carlos todas las posesiones salvo el Imperio Alemán, pero también heredo los conflictos que tenía abierto su padre. Con Felipe II, llega la Monarquía Hispánica, es decir, la creación de un imperio, que tiene como centro España. Felipe II no saldrá nunca de la península Ibérica.

1.        -Francia: Felipe II derrota a los franceses en la batalla de San Quintín en 1557, firmándose el tratado de paz Cateu-Cambreis de 1559, con una alianza entre las dos coronas. A partir de entonces, Felipe II, intervendrá en las guerras de religión de Francia apoyando a los católicos contra los protestantes o hugonotes.

2.        -Política mediterránea: Felipe II pretendió frenar el avance turco por el mediterráneo, y organizó una liga santa con Venecia y el papado. Esta liga santa derrota a los turcos en la batalla de Lepanto en 1571. A partir de entonces, Turquía deja de ser una amenaza en el Mediterráneo Occidental.

3.        -Conflicto Países Bajos: Felipe II, en su defensa del catolicismo, se enfrentó duramente a los protestantes holandeses, dirigidos por Guillermo de Orange. El problema fue muy grave y se extendió en el tiempo, hasta el punto que Felipe reconoce al final de su reinado una cierta independencia del norte de los Países Bajos.

4.        -Política Atlántica: con dos asuntos:

·           -La guerra contra Inglaterra, donde Isabel I apoyo a los protestantes holandeses y a los piratas que entorpecían el comercio con América. Esto provoco, que Felipe II intentase conquistar la isla con una armada muy poderosa (la armada invencible), que fue derrotada en 1588 y que, supuso,  el fin de la hegemonía española por los mares, y el inicio del poderío de Inglaterra.


·           -La unión ibérica, gracias a la política matrimonial de los RRCC, Felipe II logra la corona portuguesa tras la muerte del rey luso Sebastián, sin hijos, de esta manera, Felipe II consigue la unificación política de toda la península Ibérica. Desde 1580-1582 Felipe II traslada la corte a Lisboa y pone las bases de un acuerdo de unión entre reinos, en principio, muy beneficiosa. A partir de entonces, Portugal se convierte en enemigo de Inglaterra, y sus barcos serán atacados, como los españoles, provocando malestar entre las elites portuguesas. La unión con Portugal durara hasta 1640, ya con Felipe IV.




3.5.  Exploración y colonización de América. Consecuencias de los descubrimientos en España, Europa y América.

exploración y Colonización de América.

Tras los viajes de Colón, Castilla organizo rápidamente distintos viajes con el objetivo de descubrir nuevas tierras para así poder explotarlas en nombre del rey para su propio beneficio. Los primero viajes de exploración se encaminaron a encontrar un paso que comunicara el Atlántico con el Pacífico, cosa que no consiguieron. Las expediciones más destacadas fueron la de Núñez de Balboa, por Centroamérica, Alonso de Ojeda y Juan de la Cosa por Cuba y Venezuela,  la de Cabeza de Vaca, por el sur de EEUU, Ponce de León por la Florida y Orellana por el Amazonas.
En 1519, el marino lusitano Magallanes,  inició un viaje que lo llevó al sur del continente americano, cruzando el estrecho al que se dio su nombre y navegando, a continuación, por el océano Pacífico. Al morir Magallanes, tomó el mando de la expedición su lugarteniente, Juan Sebastián Elcano, el cual, después de cruzar por el cabo de Buena Esperanza, llegó a Sanlúcar, en tierras andaluzas, en 1522. Aquella fue la primera vuelta al mundo. Entonces se hizo necesario otra repartición del mundo entre castellanos y portugueses.

Una vez explorado el continente se pasó a una fase de colonización y conquista del territorio por parte de España que supuso el fin de los grandes imperios precolombinos: el azteca por Hernán Cortés, el maya y el Inca por Pizarro y Almagro. Estas conquistas se produjeron durante la primera mitad del siglo XVI.
La propiedad de la tierra pasó mayoritariamente a manos de los colonos y conquistadores (procedentes de Castilla), y la encomienda fue el método de explotación agrario. La encomienda consiste en que los colonos españoles (encomenderos) recibían un grupo de indios (encomendados), a cambio de pagar un impuesto anual a la Corona por y cada indio entregado. El encomendero debía instruirlos en la religión cristiana a cambio de un impuesto en dinero, especie o trabajo personal que el indio libre debía pagar a la Corona.

Consecuencias de los descubrimientos en España, Europa y América.

CONSECUENCIAS PARA ESPAÑA

España pasó de ser un conjunto de pequeños reinos ibéricos medievales a dominar un inmenso territorio de ultramar. Las principales consecuencias para España fueros:

1. La llegada de productos nuevos,  oro y plata americanos, trajo una gran revolución de los precios, que elevando los productos y provocando una fuerte inflación. La Casa de Contratación será quien controle desde España todo el proceso de entradas y salidas de personas y materiales hacia América. Su sede será en Sevilla y nacerá en 1503.

2. El desarrollo de la burguesía comercial española trajo como consecuencia el auge del puerto fluvial de Sevilla hasta inicios del siglo XVIII y, desde entonces, el de Cádiz.

3. El nacimiento del vasto imperio por administrar hizo necesario el establecimiento de una capital estable donde asentar la enorme burocracia: Madrid (Felipe II la designa Corte en 1561).

4. Se desarrollan las expediciones geográficas o científicas para desarrollar las incipientes ciencias: viaje de Elcano alrededor del mundo (siglo XVI); los viajes cartográficos de Jorge Juan y Ulloa para medir el ecuador, o el exploratorio de Malaspina por toda América (siglo XVIII).

5. Desarrollo de la lengua y la cultura castellana por América.

6. Mayores conflictos internacionales: las tradicionales buenas relaciones con Inglaterra se rompen por estos motivos coloniales principalmente, siendo el principal enemigo entre fines del siglo XVI e inicios del XIX. Las relaciones con Francia o Portugal se complican aún más.



CONSECUENCIAS PARA AMÉRICA

Consecuencias económicas destacan la introducción de nuevos cultivos adaptados al clima americano. El mejor ejemplo es el del café. La explotación económica benefició a la corona no a las regiones americanas que experimentaron graves deficiencias.
  
Consecuencias sociales  mortalidad masiva de indígenas (guerras, trabajos forzados y epidemias nuevas), introducción de dos nuevas razas (blanca y negra), y cruce masivo racial entre indios y blancos: mestizos; entre negros y blancos: mulatos; entre negros e indios: zambos. La esclavitud se instaló hasta finales del siglo XIX. Una nueva clase social triunfa: la burguesía criolla (americanos de origen español), que será la gran protagonista de la vida americana en abierta rivalidad con los funcionarios metropolitanos europeos.

Consecuencias políticas se produce la caída de los imperios precolombinos: aztecas, mayas o incas, entre los más destacados, así como todo una cultura global indoamericana.

Consecuencias culturales, la cultura española se introduce en todos los ámbitos de la vida, a veces incorporando rasgos indígenas. La lengua y el catolicismo se convierten en los ejes culturales de la nueva sociedad, mezclándose con antiguos elementos precolombinos.

CONSECUENCIAS PARA EUROPA

Consecuencias económicas: hay que destacar cómo los cultivos americanos se adaptan al clima europeo y revolucionan los hábitos alimenticios del Viejo Continente: patatas, maíz o tomates, los cuales salvaron del hambre a millares de personas. A esto hay que añadir el inicio de un comercio a escala planetario, donde Europa se convierte en el centro del poder.

Consecuencias sociales: millones de europeos que emigran a tierras americanas. La burguesía comercial europea se enriquece con este comercio ultramarino y logra su ascenso social, preparando su futura "revolución" a fines del siglo XVIII e inicios del XIX. El mestizaje en las colonias francesas y británicas apenas se dio.

Consecuencias políticas: destacables es el nacimiento de los imperios europeos: portugués, inglés, francés u holandés, y las guerras entre ellos por el dominio de las riquezas del continente americano y nuevos territorios. La piratería oceánica es el fenómeno más significativo de guerras en alta mar, amparada por los sucesivos gobiernos metropolitanos.


Consecuencias culturales: destacamos la difusión de las culturas europeas, en especial, la anglosajona en el norte de América, la francesa en Quebec y la portuguesa en Brasil. 



3.6. Los Austrias del siglo XVII: el gobierno de validos. La crisis de 1640.

El gobierno de validos.

Los Austrias menores (Felipe III, Felipe IV y Carlos II) reinaron en España durante todo el siglo XVII. Fue un siglo de crisis, tanto en la económica como en la política y los gobiernos de los reyes se caracterizaron por su incapacidad y por su dejadez en las funciones reales. En este sentido, destacaron las figuras de los secretarios de estado, que ocuparon sus funciones delegando el monarca en ellos, funciones políticas. La figura de estos personajes se conoce como validos. Los validos fueron favoritos del rey, que pertenecían a la alta nobleza o alto clero. Se trataba de personajes que tenían plena confianza de los reyes y ocuparon todos los aspectos de gobierno que el rey no quería tratar. En muchas ocasiones, los validos se convirtieron en los verdaderos gobernadores de España.

Felipe III (1598-1621)
Este rey se mostró poco activo en la vida política y delego el gobierno al duque de Lerma. Fue el responsable de la expulsión de los moriscos en 1609 y de una política internacional no beligerante. Fue procesado y encarcelado en 1618 y sustituido por su hijo, el duque de Uceda.

Felipe IV (1621-1665)
Fue un monarca muy interesado en sus aficiones, la caza y el arte y no en los asuntos políticos, delegando estas funciones en el conde duque de Olivares. Don Gaspar de Guzmán fue el hombre fuerte del imperio hasta su destitución en 1643, que fue sustituido por Luis de Haro. Fracaso por culpa de la crisis de 1640.

Carlos II (1665-1700)
Fue un monarca con numerosos problemas físicos y mentales. Estuvo rodeado siempre por consejeros y validos que influían en él, de forma directa. Los validos fueron: el padre Nithart (1665-1669), don Fernando de Valenzuela (1670-75), y el más importante, el hermano bastardo de Carlos, don Juan de Austria, quien dio el primer golpe de estado de España en 1675, pero muere en el 79. Durante los últimos años del reinado de Carlos, destacamos al duque de Medinaceli (79-85) y el conde de Oropesa (85-91).


La crisis de 1640.

En 1640 vienen a confluir una serie de factores negativos que inician  la decadencia de la Monarquía Hispánica. Como consecuencia de las continuas guerras que la monarquía afrontaba en Europa la década de 1640 constituye un periodo de revueltas y sublevaciones internas de gran importancia que han pasado a la historia como la crisis de 1640.

Con la llegada al trono de Felipe IV en 1621, se retoma la guerra contra los Países Bajos tras la Tregua de los Doce Años y se entra en la Guerra de los Treinta Años (1618-1648) ayudando al Imperio austriaco. El valido, el conde-duque de Olivares, decide crear la Unión de Armas, un Ejército permanente al que Castilla y las Indias aportarían la mayoría de  los  soldados. Cataluña, Portugal y Nápoles, Sicilia, Valencia y demás posesiones, debían aportar hombre y dineros para el mantenimiento de la Unión de Armas. De Aragón y Valencia obtuvo apoyo mientras que en Cataluña, no.

CATALUÑA:

En 1639 Olivares elige deliberadamente a Cataluña como frente para atacar a Francia e intentar que Cataluña contribuyese a los esfuerzos militares. Un ejército de unos 9.000 soldados pasó el invierno en el frente catalán que debe ser mantenido por los campesinos catalanes, provocando numerosos enfrentamientos y conflictos con la población civil. Así, el 7 de junio de 1640, se produce el Corpus de Sangre: un grupo de segadores sublevados asalta el palacio del virrey, el conde de Santa Coloma, y lo asesinan.

Pau Claris presidente de la Generalitat de Cataluña se declara una república independiente bajo la protección de Luis XIII (Pacto de Ceret) y el 23 de enero de 1641 reconoce a Luis XIII como conde de Barcelona. Olivares envía un ejército de 20.000h para recuperar Cataluña, pero es derrotado por las tropas franco-catalanas en la batalla de Montjuic de 1641.
Luis XIII nombró un virrey francés y llenó la administración catalana de conocidos pro-franceses. El coste del ejército francés para Cataluña era cada vez mayor, y cada vez más se mostraba como un ejército de ocupación. Mercaderes franceses comenzaron a competir con los locales, pero favorecidos por el gobierno francés que convirtió a Cataluña en un nuevo mercado para Francia. Todo esto llevó a un descontento de la población que iría a más conscientes de que su situación había empeorado con Luis XIII respecto a la que gozaban con Felipe IV. En 1651, tras ser nombrado virrey de Cataluña, don Juan José de Austria comienza el asedio de Barcelona que se rendirá al año siguiente, aunque los enfrentamientos continúan hasta la Paz de los Pirineos de 1659.

Otras revueltas:

Portugal: En diciembre de 1640, ante los problemas que les acarrea la Monarquía Hispánica, los portugueses declaran al duque de Braganza rey, con el nombre de Juan IV. En 1659, con el valido Luis de Haro, el ejército español trata de recuperar Portugal pero es derrotado en Elvas.

   Andalucía en 1641 se descubre una conspiración dirigida por el marqués de Ayamonte (a quien se ejecuta) y el duque de Medina-Sidonia (multado y desterrado) con el objetivo de separar Andalucía de la corona española. En 1646 Aragón se producen intrigas similares con el duque de Hijar en 1648. En Nápoles y Sicilia hubo sublevaciones en 1647 que fueron sofocadas por el virrey don Juan José de Austria tras fuertes enfrentamientos con la población civil.


3.7. La guerra de los Treinta Años y la pérdida de la hegemonía española en Europa.

La Guerra de los Treinta Años (1618-1648).

La política exterior de Felipe IV se caracterizó por el abandonando la neutralidad de Felipe III. La monarquía reinició la guerra contra las Provincias Unidas (Holanda) tras la tregua de los doce años y se implicó de lleno en la guerra de los Treinta Años para apoyar a los reinos católicos de Centroeuropa, en donde reinaba la familia de Felipe IV, los Austrias o Habsburgo. Ambos conflictos estuvieron interrelacionados y llevaron también a la guerra contra Francia.

La Monarquía Hispánica intervino en la guerra de los Treinta Años (1618 – 1648) como aliada de los Habsburgo austriacos en su lucha contra los príncipes protestantes germanos y las potencias que los apoyaban, como Suecia.

El temor de Luis XIII de Francia y su valido Richelieu a una posible hegemonía de los Habsburgo, la impulsó a apoyar a los protestantes, a pesar de ser su rey católico. La intervención francesa provocó el descalabro español, que se materializó en derrota militar (Batallas de Rocroi en 1643). Con ella se marca el inicio del fin de España como la principal potencia de Europa.

La Paz de Westfalia (1648) puso fin al conflicto de la Guerra de los Treinta Años. Significó la aceptación por España de la independencia de las Provincias Unidas y el final de la hegemonía de los Habsburgo y de España en Europa así como el inicio del poderío francés en el continente e Inglaterra en los mares. Se reconocía también la libertad religiosa de los príncipes alemanes.

El fin de la hegemonía española en Europa.

Durante el siglo XVII, España pierde la hegemonía política de Europa, iniciando un largo periodo de decadencia a favor de Francia, el Imperio Austria e Inglaterra. El siglo XVII, es también un siglo de crisis económica, institucional y demográfica, lo que afectará a la política internacional del imperio.

La política exterior, durante el siglo XVII, se resume de la siguiente forma:

          -Felipe III (1598-1621): La política de este reinado fue de neutralidad, intentando solucionar el conflicto en Flandes (se firmó con los rebeldes holandeses la Tregua de los 12 años, 1609-1621). En 1618, se inicia un conflicto internacional de gran calado en donde, la corona española, apoya al emperador austriaco en defensa de la religión católica: La Guerra de los Treinta Años.

          -Felipe IV (1621-1665): Su reinado se caracterizó por las guerras continuas contra Francia, en lucha por la hegemonía europea. La Guerra de los 30 años, llevó a España  a la bancarrota y evidencio el poderío de la Francia de Luis XIII y del Cardenal Richelieu. La guerra termina con la Paz de Westfalia (1648). Para España, la paz no llega y siguió el conflicto con Francia hasta el año 1659, con la firma de la Paz de los Pirineos, donde España cede a los franceses, el Rosellón, parte de Cerdeña y casi todos los Países Bajos.

          -Carlos II (1665-1700): En 1668, se reconoce definitivamente la independencia de Portugal. Además el reinado de Carlos II, estuvo caracterizado por las continuas guerras contra Francia, que traen, como consecuencia, la pérdida del franco-condado y del resto de los Países Bajos (Tratado de Nimega de 1678).
Durante los últimos años del reinado de Carlos II, Luis XIV de Francia, cambia su política de agresión hacia España, con el objetivo de conseguir, que un Borbón, ocupe la futura vacante del trono español. Esto provocó el cambio en el testamento de Carlos a favor de Felipe de Anjou de Borbón


3.8. Principales factores de la crisis demográfica y económica del siglo XVII y sus consecuencias.

La crisis Demográfica.

La población pasa de algo menos de 8 millones de personas a unos 7 en el año 1700. El descenso fue mayor en el interior que en las costas. Hubo varios factores que lo explican: epidemias 1.598-1.602 (que afectó sobre todo a Castilla, causó unos 500.000 muertos); la de 1.647-1.652 (afectó a Andalucía y Levante, con 200.000 muertos); y la de 1.676-1.685, hambrunas, con años de malas cosechas que trajeron crisis de subsistencias, continuas guerras (guerra de los 30 años o la guerra contra Francia), aumento del clero, falta de higiene y falta de medicinas adecuadas. Esto provocó un aumento importante de la mortalidad que según épocas, fue mayor que la natalidad. A esto hay que añadir, el casi millón de españoles que salieron hacia América en el siglo XVII, y la expulsión de 300.000 moriscos en 1609. Esta expulsión fue dictada por Felipe III y supuso una importante pérdida económica, social y cultural en las zonas donde los moriscos eran una población importante (casi 1/3), en especial en Valencia y en Granada.


Crisis Economía

La crisis económica fue también importante y afectó a todos los sectores productivos:

En agricultura descendió la producción, a causa de diversos factores:

·Falta de mano de obra, como consecuencia de la crisis demográfica.
·Descenso de la demanda (menos población).
·Sucesión de plagas y malas cosechas.
·Estancamiento o subida de precios.
·Fuerte presión fiscal debido a las guerras y aumento de la deuda del Estado.

La ganadería también se vio afectada, reduciéndose la cabaña ovina de la Mesta (organización gremial de Castilla que controlaba la economía ganadera con privilegios reales) de tres a dos millones de cabezas de ganado, lo cual supuso un descenso de las exportaciones de lana.

La industria textil sufrió también pérdidas, debido a la caída de la demanda, a la presión fiscal y a la rigidez de las normas gremiales. En Cataluña y Valencia la producción industrial se reorganizó, en cambio en Castilla se acentuó la ruralización.

Las dificultades económicas afectaron también al comercio interior (deficiente red de caminos, tendencia al autoconsumo), y al comercio exterior (bloqueos marítimos, competencia de otros países, en especial Inglaterra u Holanda). En 1.700 únicamente el 5% de los productos que se enviaban a América se realizaban en España.

La grave situación económica afectó también a la Hacienda pública, que sufrió sucesivas bancarrotas, con el consiguiente endeudamiento y descrédito del Estado. Las monedas se devaluaron apareciendo una pobre moneda denominada moneda de vellón.


La crisis económica tuvo graves repercusiones sociales, al verse afectados por ella especialmente los sectores más desfavorecidos de la población, que vieron como aumentaban las cargas fiscales y la presión de los señores. El crecimiento del número de mendigos y pícaros es característico de esta época y responde a la crisis y a la desprotección social que sufrían los más débiles. La estructura de la sociedad española no varió, siguió siendo una sociedad estamental, cerrada a la movilidad social, con dos estamentos privilegiados (nobleza y clero) y un tercero, en el que predominaban un elevado número de campesinos sin tierras, que trabajaban a jornal. En España el papel de la burguesía era reducido, como consecuencia de la baja actividad artesanal y de comercio.

3.9. Crisis y decadencia de la Monarquía Hispánica: el reinado de Carlos II y el problema sucesorio.


El reinado de Carlos II (1665-1700):

El reinado de Carlos II empieza con la regencia de su madre Mariana de Austria en 1665 hasta que cumplió la mayoría de edad en 1675. Se trató de un reinado envuelto en una profunda crisis institucional, económica, política y social que terminó con el fin de una dinastía, los Habsburgo. Durante los primeros años destacó la labor del valido el padre Nithart (1665-1669), el cual tuvo que reconocer definitivamente, en 1668, la independencia de Portugal.
Fue un monarca con numerosos problemas físicos y posiblemente mentales, incapaz de gobernar o de tener una opinión ajustada de los problemas que acuciaban al imperio, de ahí que estuviese siempre el poder bajo numerosos validos. Los validos fueron: aparte de Nithart, don Fernando de Valenzuela (1670-75), el hermano bastardo de Carlos, don Juan de Austria, quien dio el primer golpe de estado de España en 1675, pero muere en el 79, el duque de Medinaceli (79-85) y el conde de Oropesa (85-91).

Conflictos internos

A parte de la independencia portuguesa, se vivieron numerosas revueltas por culpa del hambre, la crisis económica y la subida de impuestos. Las revueltas más destacadas fueron: una segunda revuelta catalana (88-89), una nueva germanía en Mallorca (93), y la revuelta de los gatos en Madrid en el 99.


Las guerras contra Francia

Tras varios años y con 2 guerras contra Francia donde España cede el Franco Condado en 1675 a Luis XIV, en 1684 se firma en Ratisbona una tregua de veinte años con Francia, tregua que fue rota en 1690 dando lugar a un tercer enfrentamiento bélico que duraría hasta 1697. Los ejércitos franceses ocuparon una serie de plazas catalanas e incluso se apoderaron de Barcelona en 1697. En esta tercera guerra, España intervino en las filas de la Liga de Ausburgo, junto al Imperio, Austria, Suecia y el Papado. La guerra finalizó con la paz de Rijswick. La primera derrota seria de la política exterior de Luis XIV, que se vio obligado a ceder a España plazas en Cataluña. Flandes y Luxemburgo, mostrando así su interés por conseguir para los Borbones la sucesión al trono español.


El problema sucesorio.

     Los años últimos del reinado de Carlos II estuvieron marcados por la locura del monarca, producto de las presiones políticas y las intrigas palaciegas, y por el problema sucesorio, como consecuencia de la inexistencia de hijos. Ante esta última cuestión se avivó una pugna por hacerse con el trono. Se debía elegir entre el archiduque Carlos de Ausburgo, hijo del emperador y Felipe de Anjou, nieto de Luis XIV y biznieto de Felipe IV. Esto provocó una contienda por la sucesión al trono español en la que intervinieron las principales potencias europeas. La Corte se dividió en dos bandos, por un lado la reina apoyaba al candidato austríaco, y por otro Carlos II quien pensaba que sólo el apoyo de Francia podía asegurar la conservación de la monarquía en toda su integridad territorial. Todo esto le hizo decidirse por Felipe, y sin ceder a presiones mantuvo su elección hasta el final dejándolo por escrito el 2 de octubre de 1700 en el testamento que hizo un mes antes de su muerte.


     Por tanto, Carlos II expiraba en Madrid, a la edad de cuarenta años, dejando un testamento sucesorio que provocaría una guerra, la guerra de sucesión que daría paso a una nueva dinastía en la monarquía de España, la de los Borbones.