Buscar este blog

jueves, 19 de octubre de 2017

Bloque 3. La diversidad climática. La Vegetación.

Bloque 3. La diversidad climática. La Vegetación.

España posee una gran diversidad de tiempo atmosférico y de climas. Este hecho es el resultado de la combinación de un amplio número de factores y elementos climáticos. Situada en la zona térmica templada (excepto el archipiélago canario), tiene unas condiciones climáticas intermedias tanto pluviométricas como, sobre todo, térmicas. Sin embargo, su situación y la variedad de sus condiciones geográficas la convierten en un mosaico de influencias y de contrastes climáticos, lo que da lugar a la existencia de una gran diversidad interna, que se manifiesta en la existencia de dominios climáticos variados: lluviosos –como el atlántico y el de montaña– , secos –como el mediterráneo– y semiáridos –como el del Sudeste y el Canario–.

 Los factores son las variables climáticas que ejercen una influencia permanente en el clima, modificando las características de los elementos climáticos. Pueden agruparse en dos grandes conjuntos: factores geográficos y factores termodinámicos.

1.  Los factores geográficos

Los factores geográficos que inciden sobre los climas españoles son la latitud, la situación, la influencia del mar y el relieve.

a) La latitud de España, en la zona templada del hemisferio norte, determina la existencia de estaciones bien marcadas. En Canarias, por su latitud, los contrastes entre estaciones son menos notorios.

b)  La situación de la Península, entre dos grandes masas de agua de características térmicas distintas (Océano Atlántico y Mediterráneo) y entre dos continentes, la convierte en lugar de encrucijada de masas de aire de características distintas. Las islas Canarias reciben también influencias atmosféricas variadas debido a su insularidad y la presencia cercana del África y su desierto del Sahara.

c) La influencia del mar es escasa en la Península, debido a su gran anchura, a sus costas poco recortadas, y a la existencia de relieves montañosos paralelos a la costa. En cambio, en ambos archipiélagos, el influjo del mar es decisivo.

d)  El relieve influye en el clima por su disposición, por su altitud y por su orientación. Los sistemas montañosos actúan como murallas que hacen frenar las borracas impidiendo precipitaciones más abundantes.

La disposición del relieve peninsular tiene variadas características:

·         Los sistemas montañosos paralelos a la costa frenan la influencia del mar.

·         La posición oeste-este de la mayoría de los relieves montañosos dificulta la entrada de las masas de aire procedentes del norte o del sur. En cambio, favorece la entrada de las masas de aire del oeste.

·         Las cuencas encerradas por montañas, como las del Duero y el Ebro, tienen precipitaciones escasas, pues las masas de aire descargan su humedad en los sistemas montañosos que las bordean. También son frecuentes las nieblas causadas por el estancamiento del aire.

La altitud disminuye las temperaturas unos 0,6 °C por cada 100 metros de ascenso. También provoca precipitaciones orográficas (en las laderas por las que asciende el aire o de barlovento, es el llamado efecto foehn). En la ladera de sotavento, las precipitaciones son escasas. 


La orientación crea contrastes climáticos locales entre las solanas y las umbrías, dependiendo de las horas de sol que reciban al día.

 2.  Los factores termodinámicos

Los factores termodinámicos del clima son los responsables de la circulación atmosférica o sucesión de masas de aire, que determina los distintos tipos de tiempo atmosférico y de clima. Se dan en la atmósfera y determina el tiempo atmosférico en la superficie de la Tierra.

La circulación atmosférica está regida:

·         en altura por la corriente en chorro o jet stream y

·         en superficie, por los centros de acción, las masas de aire (anticiclones y borrascas) y los frentes

2.1.  La circulación en altura: la corriente en chorro o jet stream

 Se trata de una fuerte corriente de viento, de estructura tubular, que circula en dirección oeste-este entre los nueve y los once kilómetros de altitud que se sitúa a diferente altura entre la tropopausa polar y la tropical. El chorro separa las bajas presiones  existentes sobre el polo en altura, que quedan a la izquierda de su trayectoria, de las altas presiones tropicales, situadas a su derecha.

El tiempo depende de las variaciones que experimenta la velocidad de la corriente y de sus desplazamientos estacionales:

–  La velocidad de la corriente es variable. Cuando disminuye, describe profundas ondulaciones: dorsales y  vaguadas. La vaguada puede estrangularse y llegar a desprenderse del chorro principal.  Si este embolsamiento de aire muy frío (gota fría) llega a España y coincide con una tierra recalentada y un cierto grado de humedad por la borrasca mediterránea, ocasiona lluvias torrenciales. Suelen ser frecuentes en las costas mediterráneas en otoño.
    En verano se traslada hacia el norte y suele incidir solo en la franja cantábrica peninsular.
2.2.  La circulación en superficie: centros de acción, masas de aire y frentes

La circulación atmosférica en superficie está dirigida por los centros de acción, las masas de aire y los frentes.

a)                 Los centros de acción son áreas de altas y bajas presiones. La presión atmosférica es el peso del aire sobre una unidad de superficie. Se mide en milibares (mb) con el barómetro y se representa mediante isobaras o líneas que unen puntos con la misma presión. La presión normal es de 1013 Mb. Así, tenemos las A (Altas presiones) y la B (Bajas presiones):

·           Una alta presión o anticiclón es una zona de altas presiones (más de 1013-1016 mb) rodeada por otras de presión más baja. Los vientos circulan a su alrededor  en el sentido de las agujas del reloj. Produce tiempo estable (nunca llueve).

Una baja presión, depresión, borrasca o ciclón es una zona de bajas presiones (menos de 1013-1016 Mb) rodeada de otras de presión más alta. Los vientos circulan a su alrededor en sentido contrario a las agujas del reloj. Produce tiempo inestable, frecuentemente lluvioso.

El origen de los centros de acción puede ser térmico o dinámico:

–  Los centros de acción térmicos se forman por el enfriamiento o calentamiento del aire. El aire frío pesa más, desciende y forma una alta presión. El aire caliente pesa menos, se eleva y forma una baja presión.

–  Los centros de acción dinámicos se forman a partir de las crestas y vaguadas de la corriente en chorro, que se reflejan en superficie: las crestas crean anticiclones y las vaguadas generan borrascas.

 Los principales centros de acción que dirigen la circulación sobre la Península son:
·         el anticiclón de las Azores, que en verano se desplaza hacia el norte
·         los anticiclones polares atlánticos
·         el anticiclón escandinavo
·         la depresión de Islandia
·         la depresión del Golfo de Génova
·         la depresiones térmica del norte de África y
·         la depresión del interior peninsular formadas por el calentamiento del suelo en verano. 


Las masas de aire son porciones de aire con unas características concretas de temperatura, humedad y presiónárticas (A) o polares (P) tropicales (T) dependiendo de la latitud. Las tres, dependiendo de dónde se forman, pueden ser marítimas húmedas (m) o continentales secas (c).


Los frentes son superficies que separan dos masas de aire de características distintas. Por tanto, a ambos lados de un frente se produce un cambio brusco de las propiedades del aire. En España, el frente más importante es el polar que provoca precipitaciones.

B los elementos del clima

Los elementos del clima son los componentes observables y medibles de la atmósfera y que forman parte en todos los climas del planeta.

1.  La insolación y la nubosidad
·         La insolación es la cantidad de radiación solar recibida por la superficie terrestre. A más insolación, la temperatura aumenta.
·         La nubosidad es el estado de la atmósfera en el que el cielo aparece cubierto de nubes, en mayor o menor grado.

2.  La temperatura del aire

La temperatura es el grado de calor del aire. Se mide en grados centígrados (°C) con el termómetro. En los mapas se representa mediante isotermas o líneas que unen los puntos con igual temperatura. El aire cálido, pesa menos y asciende, mientras que el frío, pesa más y desciende.

En España, las temperaturas medias presentan notables diferencias debido a la influencia de diversos factores. Los principales son la latitud, la distancia al mar y la altura. La amplitud térmica anual es la diferencia entre la temperatura media del mes más cálido y la del mes más frío.

3.  La humedad del aire, la niebla y la calima

a)  La humedad del aire es la cantidad de vapor de agua que contiene. Depende de la proximidad al mar y de la temperatura, pues disminuye cuando aumenta la temperatura. Se mide en el tanto % de vapor de agua que tenga el aire y se hace con un higrómetro.

a)   La niebla es la suspensión de diminutas gotas de agua en la capa inferior de la atmósfera que limitan la visibilidad a menos de un kilómetro. Se produce cuando el aire de la capa inferior de la atmósfera se enfría y se condensa por la humedad alta de ese aire en superficie. Se producen por:

·         De irradiación, por pérdida nocturna de calor del suelo, propia del invierno.
·         De advección, por la llegada de masas de aire cálidas y húmedas sobre un suelo frío, o por la llegada de masas de aire frías sobre un suelo más cálido y muy húmedo, como el mar, un embalse o un río.

c)  La calima es una bruma seca que reduce la visibilidad con gran cantidad de polvo muy fino en suspensión procedente de África.

4.  La presión y el viento

a)      La presión atmosférica es el peso del aire atmosférico y depende de las características de las masas de aire que se sitúan sobre España a lo largo del año. Se mide con el barómetro en milibares. En la Península dominan en invierno las altas presiones, en otoño y primavera las bajas, y en verano nuevamente las altas. En Canarias predominan las altas presiones.

b)     Los vientos son movimientos horizontales del aire con relación a la superficie terrestre. Se producen como consecuencia de las diferencias de presión y van desde las altas a las bajas presiones. En la Península, por su latitud, dominan los vientos de poniente, aunque existen numerosos vientos locales (cierzo, levante, tramontana, etc.). En Canarias domina el viento alisio del NE. Se miden con una veleta, su dirección y un anemómetro, su velocidad en Km/h.
5.  Las precipitaciones

La precipitación es  el agua que cae a la superficie terrestre procedente de las nubes, tanto en forma líquida como sólida. Se mide con el pluviómetro en milímetros (mm) o litros por metro cuadrado. En los mapas se representa mediante isoyetas o líneas que unen puntos de igual precipitación.

La causa que origina las precipitaciones es la elevación, enfriamiento y condensación del vapor de agua contenido en el aire. Según la causa de la elevación del aire, la precipitación puede ser:
·         orográfica (debida al relieve) con el efecto Foehn,
·         convectiva (por el calentamiento del suelo) con la formación de tormentas o
·         de frente (al entrar en contacto dos masas de aire de características distintas) procedentes fundamentalmente del frente polar atlántico.


6.  La evaporación, la evapotranspiración y la aridez

a)  La evaporación  es el proceso por el cual el agua se transforma en vapor  a temperatura ambiente. La intensidad de la evaporación  crece cuando aumenta la temperatura.

b)  La evapotranspiración es la pérdida de humedad de la superficie terrestre debida a la insolación y a  la transpiración de las plantas y del suelo.

c)  La aridez es la insuficiencia de agua en el suelo y en la atmósfera. Se produce cuando la precipitación es inferior a la evaporación

    Para calcular la aridez existen diversos índices:

-  La aridez mensual suele medirse con el índice de Gaussen. Un mes es árido cuando 2T °C ≥ P mm, es decir, cuando las medias de las temperaturas son el doble, de las medias de las precipitaciones.

-  La aridez general de una zona puede calcularse con el índice de De Martonne: (Índice termopluviométrico que se calcula dividiendo la precipitación media anual (en mm.) entre la temperatura media anual (en ºC) .P/ T + 10. Con este índice tenemos la siguiente clasificación:

·         zona húmeda (índice superior a 30);
·         semihúmeda (entre 30 y 20);
·         semiárida (entre 20 y 10);
·         esteparia (entre 10 y 5) y
·         desértica (entre 5 y 0).
 D. Dominios climáticos españoles: Tipos de climas

1. El clima oceánico


–  El área de clima oceánico ocupa el norte de la Península: la cornisa cantábrica, País Vasco y Galicia. Cuanto más nos entremos hacia el interior peninsular, el clima oceánico se va degradando, convirtiéndose en un clima más seco y con temperaturas más extremas. Se podría decir que sería un clima de transición.

–  Las precipitaciones son abundantes, regulares y suaves.
· El total anual supera los 800 mm aunque encontramos muchas zonas, sobre todo las más costeras, que superan los 1200-1500 mm.
· Su distribución a lo largo del año es bastante regular, no obstante, suele darse un máximo de precipitación en invierno, debido a la mayor frecuencia de paso de estas borrascas, y un mínimo relativo en verano, debido a la influencia del anticiclón de las Azores, desplazado al norte.
· La forma en la que caen las precipitaciones es suave, lo que favorece su filtración en el suelo y evita así la erosión y lixiviado del suelo.

–  Las temperaturas se caracterizan por una amplitud térmica baja en la costa que va aumentando a en altitud y continentalidad. Las medias oscilan de entre los 6º en invierno y los 18-20º en verano.
·         En la costa, la amplitud térmica es baja debido a la influencia del mar .El verano es fresco), y el invierno es moderado
·         Hacia el interior, la amplitud térmica es moderada al disminuir la influencia marina. Debido a este hecho, el invierno es frío (baja de 6º C).




2. El clima mediterráneo
  

–  El área de clima mediterráneo es la más extensa de España. Comprende el territorio peninsular al sur de la zona de clima oceánico, las islas Baleares, Ceuta y Melilla.

–  Las precipitaciones son escasas o moderadas, irregulares y tormentosas.
·         El total anual es inferior a 800mm, considerándose escasas por debajo de 500mm.
·         Su distribución  es irregular. El verano es seco debido a la influencia del anticiclón de las Azores.
·         El máximo tiene lugar en otoño y en primavera.
·         La forma en la que caen las precipitaciones es muchas veces como violentas tormentas,  que originan una fuerte erosión del suelo en las áreas desprovistas de vegetación (gota fría).
·         Las temperaturas varían con la latitud y la distancia al mar.

Dentro del clima mediterráneo se distinguen tres subtipos: marítimo, continentalizado y seco.

Subtipos

El clima mediterráneo marítimo

–  El área del clima mediterráneo marítimo comprende la costa mediterránea peninsular (menos el SE), la costa suratlántica andaluza y levantina, Cataluña, Baleares, Ceuta y Melilla.

–  Las precipitaciones son escasas o moderadas, entre 800 y 300 mm al año. Su volumen es algo mayor en la costa suratlántica que en la mediterránea.
·         En la costa suratlántica, las precipitaciones son más abundantes, por la mayor influencia de las borrascas atlánticas.
·         En la costa mediterránea las precipitaciones son menores. Su máximo principal es en otoño, debido a las tormentas ocasionadas por el contraste entre las aguas cálidas del Mediterráneo y la tierra. También pueden producirse por la llegada de masas de aire del este procedentes del continente europeo, o por gotas frías en altura. 

–  Las temperaturas se caracterizan por una amplitud térmica moderada. El verano es caluroso (en torno a 25º) y el invierno es suave (el mes más frío no baja de 10°C).



El clima mediterráneo continentalizado

–  El área del clima mediterráneo continentalizado comprende el interior peninsular, menos la zona media del valle del Ebro.

–  Las precipitaciones son escasas o moderadas, también entre 800 y 300 mm anuales. Su volumen es algo mayor en el sector occidental del interior peninsular.
·         En el centro de las depresiones castellanas y del Ebro las precipitaciones son menores, debido a su encajamiento entre montañas. Su máximo tiene lugar en las estaciones equinocciales.

–  Las temperaturas se caracterizan por una amplitud térmica alta debido al aislamiento de la influencia del mar. Las variaciones térmicas permiten distinguir tres subtipos climáticos:
·         La submeseta norte, y las tierras altas de Guadalajara, Teruel y Cuenca tienen verano fresco e invierno frío.
·         La submeseta sur y los bordes del valle del Ebro tienen verano caluroso e invierno frío
·         Extremadura y el interior andaluz tienen verano muy caluroso e invierno moderado

   

El clima mediterráneo seco, subdesértico o estepario

–  El área del clima mediterráneo seco, subdesértico o estepario, comprende el SE peninsular y la zona media del valle del Ebro.

–  Las precipitaciones son muy escasas, entre 300 y 150 mm, lo que le da carácter estepario.
·         En el SE, la aridez obedece a que la zona se encuentra protegida de las borrascas atlánticas por los relieves de las cordilleras Béticas. En el cabo de Gata se llega al clima desértico (menos de 150 mm de precipitación anual).
·         En la zona media del valle del Ebro, la aridez se debe al encajamiento entre montañas.
–  Las temperaturas varían con la latitud y la distancia al mar. En función de ambas se distinguen:
–  La estepa cálida de la costa del SE.
–  La estepa fría del interior del SE (este de La Mancha y Albacete) y de la zona media del valle del Ebro, con temperatura media anual  inferior a 17 °C e inviernos moderados o fríos.





3. Clima de montaña

    Comprende los territorios situados a más de 1000 m de altitud. A medida que se incrementa la altura, aumentan las precipitaciones y disminuye n las temperaturas-

     Las precipitaciones son abundantes, superan los 1000 mm a año
     Las temperaturas  presentan una media anual baja

Estas características varían según la situación
     En  montañas de clima oceánico no hay mes seco y los veranos son frescos
     En  montañas de clima mediterráneo se reducen las precipitaciones y la temperatura es más alta



4. El clima en Canarias.

Las islas Canarias poseen un clima original debido a la influencia de diversos factores:
–  Su situación meridional próxima al trópico y a las costas africanas, aporta influencias variadas. Dominan el anticiclón de las Azores y el viento alisio del NE, que origina temperaturas suaves todo el año.
–  La corriente fría de Canarias, entre las islas y el continente africano, enfría las aguas superficiales más de lo que le corresponde por su latitud e incrementa la estabilidad del aire en verano.
–  El relieve hace disminuir la temperatura; y provoca en las vertientes a barlovento del alisio, cuantiosas precipitaciones y nubosidad abundante (mar de nubes).

2.  Características climáticas de Canarias.

La influencia de estos factores da lugar a un tipo de clima caracterizado por los rasgos siguientes:

a)  En las zonas bajas, las precipitaciones son muy escasas.
·         En las islas occidentales se encuentran entre 300 y 150 mm al año (clima subdesértico o estepario);
·         En las islas orientales no alcanzan los 150 mm al año (clima desértico).

. Las temperaturas son cálidas todo el año, la amplitud térmica es muy baja (inferior a 8 °C).

b)  En las medianías y zonas altas, las precipitaciones se incrementan y pueden alcanzar los 1 000 mm en las vertientes a barlovento del alisio. En cambio, las temperaturas disminuyen.



LA VEGETACIÓN.

Factores que influyen en la vegetación

Los tres tipos básicos de vegetación son: bosque, matorral y prado, es decir formaciones altas (bosque), medias (matorral) y bajas (prado).
Cuando la vegetación de una zona, resulta exclusivamente de la incidencia de factores naturales, se denomina “clímax”, es decir, que las especies vegetales no han sido introducidas por la mano del hombre. Cuando el hombre introduce otras especies en el hábitat natural se denomina vegetación secundaria. 
En España tenemos gran variedad de especies vegetales, muchas son endemismos, especies únicas exclusivas de una zona, que no pueden encontrarse en ningún otro lugar del mundo.

Los factores que determinan que tipo de vegetación hay en un territorio son los siguientes:

Físicos:

  • Clima. Influye a través de la luz solar, el viento, la temperatura y las precipitaciones.

  • Relieve. Influye a través de la altura y la orientación (solana-umbría, sotavento-barlovento).

  • Suelos. Influye mediante el tipo y composición de la roca. Cuanto más degradado sea un suelo, menos vegetación tendrá y viceversa.

Humanos:

  • Introducción de especies, denominada vegetación secundaria. Son plantadas por intereses económicos para la agricultura, la ganadería y la silvicultura.

  • Regeneración o degradación de la cubierta vegetal mediante las actividades antrópicas.



Paisajes vegetales de España

Los paisajes vegetales se ven determinados por las características climáticas de sus regiones, por lo que podemos afirmar que ambos elementos, clima y vegetación, están muy unidos.

El paisaje vegetal de clima oceánico.
  
El paisaje vegetal de clima oceánico corresponde a la región floral eurosiberiana. En España se encuentra dentro de este ámbito norte de la Península y algunos sectores de los Sistemas Central e Ibérico. Sus formaciones vegetales características son: el bosque caducifolio, la landa y el prado. Necesitan gran cantidad de precipitaciones durante todo el año.

1.  El bosque caducifolio

Está constituido por árboles altos, con tronco recto y liso, y hoja grande que cae en otoño. Posee relativamente pocas especies que se reúnen formando grandes masas.  En el sotobosque crecen helechos y musgos, en un ambiente sombrío causado por las copas de los árboles que son altas y densas que impiden entrar la luz del sol.

–  El haya necesita frío y humedad. Es un árbol que alcanza hasta 30 metros de alto, con tronco grueso y liso y ramas de gran altura. Es una especie típica de montaña, que alcanza su óptimo entre los 1000-1700 metros. Se adapta a suelos calizos y silíceos, aunque prefiere los calcáreos. Se aprovecha la madera y su fruto, el hayuco, para el ganado. Su área principal está en la cordillera Cantábrica y el Pirineo navarro. El límite por el sur es Sistema Central: Hayedo de Montejo, en Madrid.

–  El roble Es un árbol de 15 a 20 metros de altura, de tronco grueso y grandes ramas. Exige humedad y no soporta veranos calurosos, tiene menor tolerancia al frío y exige menos humedad que el haya, por lo que se sitúa a alturas más bajas. Su crecimiento es lento. Su madera, dura, se emplea para la construcción y para fabricar muebles y barcos. Las áreas más extensas de roble se encuentran en Galicia y en la cordillera Cantábrica.

El pino piñonero: Prefiere los suelos silíceos, como los del Macizo Galaico. Tiene el tronco recto, la copa ancha como una sombrilla, y piñas que proporcionan piñones gruesos y comestibles. Esta especie ha sido introducida en la actualidad por sus intereses económicos, son de crecimiento rápido y proporcionan madera y resina. Han sido muy criticadas por el empobrecimiento del suelo que provocan sus hojas y por la facilidad de arder en caso de incendio.

 – El Álamo o chopo son árboles de gran altura, de crecimiento rápido y que crecen en las orillas de cauces y ríos. Su madera es muy utilizada para la industria del papel. Suelen ser utilizados como vegetación secundaria en áreas urbanas y jardines.

- El castaño es una formación vegetal secundaria que ha ganado terreno a costa del roble. Otras especies secundarias son el fresno, el tilo, el olmo y el avellano.

 En el área correspondiente al clima oceánico de transición aparece el bosque marcescente de rebollo y   quejigo, (variedad de roble), que mantienen sus hojas secas hasta el nacimiento del nuevo brote.


Han desaparecido extensas áreas de bosque caducifolio por pérdida de los usos tradicionales de su madera la sustitución de la leña por el gas y las quemas incontroladas para la obtención de pastos.
En la actualidad se han repoblado grandes extensiones con árboles de crecimiento rápido y buen aprovechamiento económico, como el pino y el eucalipto pero que acidifican y empobrecen del suelo. 

2.  La landa y los prados

La landa es vegetación de matorral. Sus especies más abundantes son el brezo, el tojo y la retama. La landa aparece como degradación del bosque caducifolio o como vegetación supraforestal.  Suele usarse para cama de animales y luego como abono.





Los prados son una vegetación herbácea que ocupa gran extensión de terreno en los paisajes oceánicos.
  

El paisaje vegetal de clima mediterráneo.

Comprende toda la Península, salvo el tercio norte. Sus formaciones vegetales se han adaptado a la sequía estival (xerófilas) mediante diversos sistemas: desarrollo de raíces muy extendidas y profundas para captar el agua, hojas perennes y esclerófilas (duras, pequeñas y coriáceas) para disminuir la transpiración y troncos gruesos para impedir la evaporación.

1.  El bosque perennifolio

Está formado por árboles de mediana altura, con tronco no rectilíneo, grueso y rugoso. Sus ramas crean copas globulares, cuya sombra mitiga la insolación y la evaporación. Posee un rico sotobosque, con especies como el piorno y la retama. Las especies más características son:

–  La encina es el árbol más característico y extendido en España. Es resistente a la sequía y se adapta a todo tipo de suelos. Se usa la madera para la carpintería y como combustible y la bellota, para alimentar al ganado.

–  El alcornoque necesita inviernos suaves, cierta humedad (superior a 500 mm al año) y suelos silíceos. Su madera, muy dura, se aprovecha para la realización de toneles y barcos, y su corteza, para la obtención de corcho. Se concentra Extremadura, el sur de Andalucía (de Cádiz a Málaga) en el NE de Cataluña

–  El pino es una formación vegetal secundaria que se adapta a condiciones climáticas extremas, así como a suelos diversos. Se ha extendido por amplias zonas por su rápido crecimiento y el aprovechamiento para  la elaboración de muebles, el aglomerado y la pasta de papel.



El bosque perennifolio también ha reducido su extensión a lo largo del tiempo. Las causas han sido la pérdida de muchos de sus usos tradicionales, su sustitución por otras especies y el abandono por falta de medios y actividades agropecuarias.   
En la actualidad se intenta conservarlo mediante el sistema de la dehesa. Consiste en aclarar el bosque de encina y alcornoque y combinar el aprovechamiento de su fruto, de su leña y de su madera, con la agricultura, la caza y el pastoreo, que rotan cada cierto número de años.

2.  El matorral: la maquia, la garriga y la estepa

El matorral mediterráneo no es una formación clímax, sino el resultado de la degradación del bosque por el ser humano. Presenta tres tipos característicos:

–  La maquia, muy densa y alta. Sus especies son la jara, el brezo, el lentisco y la retama.
–  La garriga matorrales de poca altura. Sus especies destacan el tomillo, el romero y el espliego.
–  La estepa es propia de las zonas semiáridas del sureste peninsular y del valle del Ebro donde la garriga ha sido degradada. Sus especies son el palmito, el espartal y el espárrago.  




El paisaje vegetal de ribera

El bosque de ribera es una formación vegetal arbórea dispuesta a lo largo de los ríos, sobre un suelo impregnado de humedad, que condiciona las especies que pueden vivir allí.
Estas se disponen en franjas paralelas al río, más cercanas las que necesitan más agua. En España, las especies más frecuentes son:
·         sauces, alisos y chopos que necesitan estar en contacto directo con el agua. Se encuentran más cerca del cauce del río.
·         álamos fresnos y olmos aguantan mejor la falta de humedad por lo que es frecuente encontrarlos más alejados.

La mayoría de los paisajes de ribera han desaparecido por la acción del hombre para ganar terreno cultivable y urbanizar. Sin embargo su presencia es importante para frenar la fuerza erosiva de los ríos y crear microclimas.






El paisaje vegetal de montaña 

En la montaña la vegetación se dispone en pisos con formaciones vegetales distintas en función de la altura y de la orientación (barlovento/sotavento, solana/umbría). En general se suceden el bosque, los matorrales y a partir de cierta altura, donde el frío impide el crecimiento de los árboles, los prados y las rocas desnudas. Para hacer un análisis de este tipo de formaciones vegetales se utilizan las cliseries, que son dibujos que representan las formaciones vegetales en pisos distribuidos en altura.

a)      La montaña alpina o pirenaica, representada por los Pirineos, tiene cuatro pisos vegetales:

El piso basal, hasta los 1 200 metros incluye encinas y robles.

El piso subalpino, entre los 1 200 y los 2 400 metros, reúne coníferas naturales, como el abeto, el pino negro y el pino silvestre. El abeto puede formar bosques mixtos con el haya.

El piso alpino, entre los 2 400 y los 3 000 metros, es dominio del prado. Este  tiene un periodo vegetativo corto, ya que pasa siete u ocho meses cubiertos por la nieve. En estas alturas abunda la roca desnuda. 

El piso nival, se sitúa por encima de los 3 000 metros. La nieve se mantiene todo el año y la vegetación es inexistente. En los espacios de fuerte inclinación, sin nieve, crecen pequeñas plantas rupícolas sobre la roca (líquenes y musgos).







b)     El resto de las montañas peninsulares carece de piso subalpino.

El piso basal está ocupado por el bosque propio de su clima: en la zona atlántica, caducifolio; y en la mediterránea, perennifolio en la parte baja y caducifolio o de pinares a mayor altitud.

El piso supraforestal incluye  pequeños arbustos: en la zona atlántica landa y en la zona mediterránea arbustos y matorrales espinosos.

En la cima dominan los prados en la zona atlántica, y el matorral en la mediterránea.






El paisaje vegetal de Canarias

La vegetación de Canarias o macaronésica tiene una riqueza extraordinaria con muchísimos endemismo (solo se da allí la mayoría de las especies). El paisaje se explica por la latitud, el carácter insular, los suelos volcánicos y los vientos alisios (aire fresco y húmedo) que dan lugar a una vegetación exuberante: bosque de laurisilva.




En las islas con relieve montañoso se suceden los siguientes pisos vegetales:

El piso basal, comprende desde el nivel del mar hasta los 300-500 metros. Está marcado por la aridez, por lo que predominan los matorrales ralos y ásperos, como el cardón (cactus de gran tamaño) y la tabaiba (formaciones medias).

El piso intermedio se extiende entre los 200 y los 800 metros. Está condicionado por el descenso térmico y el aumento de la humedad, que permiten el crecimiento de palmeras, dragos y sabinas.

El piso termocanario se sitúa entre los 800 y los 1 200 metros. La vegetación se adapta a las nieblas causadas por el alisio, al mayor refrescamiento y a la menor insolación. Está constituida por dos originales formaciones boscosas: el bosque de laurisilva, muy denso y compuesto por más de 20 especies y el fayal-brezal, resultante de la degradación de la laurisilva.

El piso canario, se extiende entre los 1 200 y los 2 200 metros. Está dominado por el bosque de coníferas, cuya especie principal es el pino canario que, al quedar fuera del mar de nubes, debe adaptarse a la aridez y al frío. En las zonas más altas de este piso pueden hallarse otras especies, como el cedro canario.

El piso supracanario, por encima de los 2 200 metros, solo está presente en Tenerife y La Palma. Se caracteriza por una acusada desnudez, pero de gran riqueza florística (violetas del Teide).


No hay comentarios:

Publicar un comentario